Un espinariego 'cazó' a los vampiros falsos de la SGAE

Nacho Sáez
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Un vecino de El Espinar permitió descubrir una serie de estafas cometidas por falsos representantes de editoriales y de la SGAE. Engañaban a personas de avanzada edad cobrándoles facturas en concepto de derechos de autor.

La Fiscalía Provincial de Segovia solicita dos años de prisión para tres hombres y una mujer acusadas de delitos de falsedad continuada en documento privado y de estafa continuada, al obtener supuestamente más de 60.000 euros tras cobrar facturas falsas en concepto de derechos de autor. Los presuntos estafadores se aprovechaban de su experiencia profesional en el mundo editorial –ya que habían trabajado para varias empresas de este sector, entre ellas Galería Códice, Ediciones Seleccionadas, Universa y Mundo Salud Hogar– para hacer creer a sus víctimas que eran representantes reales de editoriales y de la Sociedad General de Autores (SGAE).

La intervención de un vecino de El Espinar fue clave para lograr neutralizarlos. En una visita a su vivienda, los acusados le intentaron convencer de que tenía que abonar un recibo a la SGAE debido a la desaparición de la editorial Ediciones Rueda. Al comprobar este vecino que esa editorial mantenía su actividad, llamó a la Guardia Civil coincidiendo con que los acusados iban a volver a su domicilio para reclamarle de nuevo el pago. Los agentes detuvieron a tres de ellos, recuperaron el cheque que les había entregado el vecino de El Espinar y se incautaron de la documentación de las operaciones fraudulentas llevadas a cabo por los cuatro imputados.

Esa intervención policial destapó las anteriores estafas cometidas por C.T., J.I.R.M., J.A.V.V. y J.R.A. Según se deduce del escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, una de las razones que esgrimían los acusados para exigir a las víctimas el pago de derechos de autor era que habían comprado libros a editoriales y que estas no habían hecho frente al canon. A la primera de las víctimas, una vecina de Madrid, le sustrajeron –en un intervalo de apenas un mes– 2.336 euros en una primera ocasión, 4.400 euros en una visita posterior a su domicilio y 4.840 en un tercer encuentro. Todas las cantidades fueron abonadas por la mujer mediante un talón al portador. Entre febrero y agosto de 2011, los acusados volvieron a su casa en otras ocho ocasiones y consiguieron que les entregara, en total, otros 45.555 euros por el mismo concepto de canon de derechos de autor.

CLIENTES. A estas cantidades hay que sumar 3.662,5 euros más que estafaron, en fechas próximas, a otras dos vecinas de Madrid. Una de ellas se negó a realizar un segundo pago que la exigieron de 1.883 euros porque estaba segura de estar al corriente del mismo, pero para entonces ya había caído en un engaño que se valía de la elevada edad de las víctimas y de su solvente posición económica. De estas los presuntos estafadores conocían, además, que eran clientes habituales de editoriales y, al recibir los talones, les entregaban recibos que imitaban la apariencia de las editoriales a las que decían representar o de las SGAE.

En unas ocasiones, siempre según la Fiscalía, los acusados se hicieron pasar por representantes de las editoriales y en otras por integrantes de la SGAE. Este último fue el caso del vecino de El Espinar. Le informaron de la desaparición de la editorial Ediciones Rueda SA y de que esta no respondía del pago de los impuestos que la sociedad de autores tiene derecho a percibir. Tenía que asumir él la deuda como cliente de la editorial, aunque se lo rebajaron a un diez por ciento del total, 1.400 euros.

Este vecino espinariego no realizó el pago por carecer en casa de esa cantidad y los presuntos estafadores regresaron a su domicilio a los pocos días. Entonces les entregó un talón, pero al haber comprobado previamente que la editorial en cuestión no había desaparecido y que tampoco le podían solicitar ningún canon, alertó a la Guardia Civil y consiguió el arresto de estos falsos representantes de la SGAE. Serán juzgados por la Audiencia Provincial de Segovia el próximo 27 de noviembre, a partir de las 9:30 horas, gracias a la intervención decisiva de este vecino espinariego, que permitió que los agentes estuvieran esperando a estos falsos vampiros de la SGAE y pudieran detenerles para acabar con este grupo dedicado a la estafa.