Una ciudad siempre viva

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Patricia Otones, gerente de Turismo de Segovia

Una ciudad siempre viva - Foto: Rosa Blanco

Patricia Otones González(Segovia, 1971) estudió el Grado de Turismo y es la gerente de la Empresa Municipal de Turismo desde 2008. Anteriormente ocupó el cargo de de responsable del área de información desde su creación, en el año 2004. A parte de trabajos esporádicos en algunos hoteles de la ciudad, cuando acabó de estudiar la carrera, se marchó a vivir al Valle de Arán, donde tuvo la ocasión, durante unos cinco años, de trabajar en aspectos relacionados con el ocio y con los deportes blancos.

1. Restaurante Bernardino. Su padre trabajó allí toda su vida y, desde la terraza de su casa, veían los comedores y le podía espiar para ver cómo atendía a los clientes, con la profesionalidad y pasión que ponía en su trabajo. Por las noches, al llegar a casa, le contaba de dónde venían, su idioma, su moneda, lo que les gustaba comer y las fotos que hacía con ellos, que algunos le enviaban desde sus procedencias remotas. Ahora es ella la que trabaja con los visitantes que eligen Segovia y «estoy agradecida a mi padre» porque por enseñarle cómo hacerlo.

2. Una panadería inolvidable en la calle San Francisco. Recuerda que hacía esquina con el Azoguejo. A la salida del colegio y de camino hacia su casa solía parar para comprar bollos con sus amigas. Donuts, pepitos, cuernos de chocolate, triángulos, una variedad infinita. Y por supuesto los colines. ¡Todo estaba tan rico!.

3. El Acueducto. Segovia entera es un monumento pero su vinculación es intensa con el Acueducto, siendo testigo, a diario, de como va cambiando con el paso de las horas , por la luz que se proyecta sobre él . La piedra y sus matices, los vencejos viajeros, la majestuosidad que presenta ante el barullo de una plaza siempre viva. Como dice el cuplé:«Yo soy Patricia, soy segoviana» y, tras repasar todas las vicisitudes de la moza, ésta acaba diciendo:«Soy de Segovia, dulce producto, soy la señora del Acueducto», tal y como se lo cantaba su madre de pequeña y, claro, por algo sería. 

4. La Plaza de Medina del Campo. Un espacio arquitectónicamente hablando con mucho encanto, al que vigila Juan Bravo, el hombre aguerrido que luchó por lo que creía justo, lo que le enorgullece como segoviana. El lugar de quedada en la época adolescente, con horas y horas sentada con las amigas a los pies del comunero.

5. Los Zuloagas. Así llamaban al jardín de San Juan de los Caballeros. Estudió en el ‘Aneja’ y este espacio fue testigo de sus juegos infantiles, con un recuerdo especial de los montones que hacían con las hojas secas, en el otoño, sobre los que se tiraban y echaban unas risas. Ahora ampliado y muy cuidado, bien meceré un agradable paseo cualquier en época el año.

6. La Terraza de Santa Columba. El mejor lugar para patinar con sus amigas, con sus patines de cuatro ruedas y ataduras de cuero, heredados de sus hermanas, aprovechando cuando había poca gente. Quién le iba a decir que años más tarde iba a trabajar en el edificio de la terraza en la que tanto disfrutó.

7. Colección de títeres de Peralta. En el instituto, con el grupo de títeres ‘La reforma’, llevó su magia a pequeños y grandes, haciendo bolos por la provincia. También impartió talleres y clases extraescolares por eso, cuando Paco y Matilde, eligieron Segovia para dejar su legado, sintió una satisfacción enorme y se siente como «la guardiana» de sus títeres, que son un auténtico lujo en el hay que perderse. 

8. El casco histórico. Cuando las tiendas cierran, los segovianos vuelven a casa y los turistas al hotel, recorre las calles con su marido, con la sensación de que la ciudad les acoge de manera diferente. Al oír sólo tus pasos, sientes la Segovia de Machado, de Enrique IV, y todas las ‘segovias’ en una. Además siempre hay alguien más que también está buscando la suya.

9. Ayllón. Sus vecinos siempre le han hecho sentirse como en casa. La plaza, la Martina, las fiestas, los ríos, el entorno de la sierra, salir al vermú los domingos y hablar con todos ellos porque, «si eres amiga de Justi», eres una más.

10. Lienzo norte de muralla. Con mil rincones: el jardín de los Poetas, de Delibes, Puerta de Santiago, de San Cebrián ...