Tras el polémico anuncio del consejero de Sanidad de la Junta de Castilla yLeón, Antonio María Sáez, de poner en marcha el despliegue de las unidades satélites de radioterapia, comenzando por Ávila, comienzan a perfilarse fechas, aunque la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) no ha recibido aún el informe técnico sobre la viabilidad de la instalación, prometido hace dos años. 

El PP fija el inicio de la actividad de esta unidad en Segovia hacia finales de 2020 o principios de 2021, porque depende de que concluyan las obras en el centro de referencia del Hospital Clínico de Valladolid, donde se instalará un nuevo acelerador lineal –que se ha adelantado gracias al convenio con la Fundación Amancio Ortega–, y que también se lleven a cabo los trabajos de adaptación del área concreta en el Hospital General de Segovia donde hay que construir un ‘búnker’, con el fin de que el aparato quede aislado del resto de las instalaciones, imprescindible al emitir radiación.  

Este servicio evitará que se tengan que trasladar a la capital vallisoletana más de 280 pacientes segovianos al año, a una media de 40 sesiones, durante cinco días a la semana, que solo deberán acudir una vez al centro de referencia para revisión del proceso,  mientras la radioterapia se llevará a cabo en Segovia, pudiendo recibir de forma paralela el tratamiento de quimioterapia. 

Este es el calendario que baraja el secretario general del Grupo Popular en las Cortes regionales, Juan José Sanz Vitorio,  quien en el programa ‘Enfoque de actualidad’, de La8TV, ha adquirido el compromiso de «ser tremendamente exigente en plazos, porque cuando hablamos de personas no podemos dilatar los tiempos». 

Sanz Vitorio, procurador por Segovia justificó que Ávila sea la primera ciudad que contará con una unidad satélite –promesa que hizo para todas las de Castilla yLeón, en 2007, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera–, argumentando que su centro de referencia es el Hospital de Salamanca, donde la adecuación tecnológica está más avanzada.   

Por su parte, la presidenta de la AECC, Ana Sanjosé, lamenta que Sáez no haya elegido el Parlamento para dar a conocer una decisión tan trascendental como abordar el tema de las unidades satélites y también que el consejero, a su juicio, «no quiera venir a Segovia».

Por conversaciones que ha mantenido con Sáez, aunque ella queda pendiente de la información oficial,  «a mitad de año próximo pueden empezar las obras de Segovia, porque según el consejero no es incompatible que se desarrollen paralelamente a las de Ávila, por lo que puede que, para finales de 2020 o principios de 2021, en Segovia esté funcionando la unidad de radioterapia». Sanjosé insiste: «Esperemos que se confirme, exigimos plazos no nuevas promesas» y aventura que el consejero aprovechará un viaje a León este martes, 13 de noviembre, para realizar el anuncio. 

Ana Sanjosé  ha vuelto a insistir en la necesidad de que les envíen el informe técnico donde se indique si es viable o no la unidad y se pregunta: «¿Se hace en Ávila como se hizo la de Zamora por un proceso caciquil y de politiqueo?», para añadir que «si no avala nuestra petición [el informe] tendremos que conformarnos y ver como mejoramos por algún sitio (...)  hace cuatro días, el consejero me lo prometió, sigo esperando, incluso dudo de que exista; pedimos equidad para todos los pacientes». 

Desconoce con qué criterios, en 2007, realizó el anuncio el presidente Herrera  y no acierta a comprender por qué insiste el anterior consejero y por qué se abre la de Zamora... «Eso es lo que los segovianos no queremos que velva a pasar», matiza la presidenta de la AECC.         

CRITERIO. Después de asegurar que «si el consejero tiene que venir a Segovia vendrá y explicará esto mismo con más conocimientos que yo, aunque habla con fluidez con la presidenta de la AECC»,  Sanz Vitorio sostiene que «hay que asumir que es una cuestión que debe ceñirse exclusivamente a criterios técnicos, médicos y científicos,  que pueden variar como consecuencia de los avances», siendo conscientes de que hablamos de personas».  

Por seguridad de los enfermos y calidad en el tratamiento,  la unidad satélite que contará con un radiofísico, debe estar vinculada al centro de referencia, también con el fin de no interrumpir el servicio en caso de avería de uno de los dos aparatos. De ahí que, cuando terminen los trabajos del ‘búnker’ en Valladolid tendría que estar preparada la de Segovia, siguiendo los criterios de la Sociedad Europea de Radioterapia y Oncología.

PESADILLA. Cuando conoció la información de que necesitaba tratamiento, Francisco Marugán, según su testimonio, no sabía «que es mejor, si pensar en contraindicaciones de radioterapia o en la pesadilla del viaje». Él tenía claro que no quería ambulancia: «Había ido acompañando a mi tío, había ido con mi padre, y no quería ir,  sé lo que se sufre».

Marugán insiste en que de lo que se trata con la unidad satélite es de «evitar desplazamientos porque,  incluso cuando vas en el coche particular con algún familiar, se pasan momentos muy desagradables, bastante tenemos con soportar lo que soportamos», martiza este paciente, a la vez que critica que «los aparatos [aceleradores lineales] no pueden con la carga que tienen, están cansados, amarillentos».  No obstante aclara que los pacientes no se quejan de la atención que reciben y asegura:«Creo que en la sanidad pública, al menos la segoviana, recibimos un trato exquisito, también en el servicio de oncología, los profesionales son los que salvan a la sanidad pública de situaciones muy comprometidas, aunque tienen un exceso de carga de trabajo».