Más de 2.6 millones de euros fueron entregados como reserva por los compradores, de cara a a reservar número para cuando el residencial viese la luz. Tras varios problemas urbanísticos, y una cesión de la empresa Moldis a otra, Arkamo, los compradores fueron solicitando la devolución de esa entrada. La fiscalía pide siete y ocho años de cárcel por apropiarse indebidamente de ese dinero