El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, anunció ayer que en el primer trimestre de 2019 su Gobierno aprobará un decreto para la reducción de las tasas universitarias el próximo curso y el incremento de la financiación a las universidades públicas. A pesar de este compromiso, el portavoz socialista, Luis Tudanca, respondió que no se fía y que hoy mismo presentará una proposición de ley para blindar la bajada de las tasas, cuya votación será «la prueba del algodón» para el Partido Popular.

Herrera garantizó que la Junta cumplirá el acuerdo aprobado por unanimidad en las Cortes el pasado 12 de septiembre, con lo que las tasas de las universidades públicas de la Comunidad se equipararán a la media nacional. A pesar de ello, el presidente no concretó el porcentaje que bajarán los precios de las matrículas universitarias.

Tras este anuncio, Tudanca aseguró estar «harto de mentiras» por parte de la Junta y recordó que en los últimos días ha habido declaraciones contradictorias por parte de la consejera de Hacienda y el consejero de Educación en torno a las tasas universitarias.

Ante esta situación y la «larga lista de incumplimientos que les persigue», el líder de los socialistas de Castilla y León avanzó que hoy mismo registrarán una proposición de ley con el objetivo de bajar las tasas universitarias con el fin último de garantizar que la Junta «cumple su palabra» y se avanza en una Comunidad «más justa» y en «igualdad de oportunidades».

Luis Tudanca, que insistió en que «cuando no quieren buscan excusas», consideró que la votación de la propuesta socialista en el pleno de las Cortes será la «prueba del algodón» para determinar si el PP es «fiable o no».

Ante las críticas y desconfianza del portavoz de la oposición, el presidente de la Junta recordó que en 2012 en un contexto de «dura crisis» se decidió subir las tasas, una opción «nada fácil, pero necesaria y responsable» que se adoptó además con el acuerdo del Consejo de Universidades. Tras esta situación,  Herrera recordó que durante su investidura en 2015 se comprometió a una congelación del precio de las matrículas, lo que sucedió durante tres cursos, a partir del cual se comprometió, después de un acuerdo en el Diálogo Social y con Ciudadanos, a una «progresiva» reducción hasta la equiparación de las tasas con la media.