Essure, la revolución que ha acabado en pesadilla

Nacho Sáez
-

Carmen Lotero no quería tener más hijos y apostó por este anticonceptivo. Siete años después lucha para que los médicos aclaren el origen de los dolores de todo tipo que sufre. Decenas de mujeres se enfrentan a los efectos secundarios del Essure.

Essure, la revolución que ha acabado en pesadilla - Foto: Rosa Blanco

«Estoy aquí sentada y estoy sintiendo un pinchazo», cuenta mientras se señala el costado. No es el único dolor que sufre Carmen Lotero, aquejada habitualmente de molestias también en pies, piernas y genitales, de insomnio, fatiga, ansiedad y pérdida de memoria. Siete del más de medio centenar de efectos secundarios sobre los que alerta la Plataforma Libres de Essure, constituida por decenas de mujeres de toda España que llevan (o llevaron) este anticonceptivo. El Essure, creado a principios de los 2000 por una empresa californiana y propiedad de la farmacéutica Bayer, prometía revolucionar el mundo de los anticonceptivos por su sencilla implantación –la intervención apenas duraba diez minutos- y por su efectividad, pero en agosto del año pasado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) requirió su retirada temporal del mercado por no disponer de un certificado de marcado CE en vigor.

Irlanda había suspendido ese certificado al Essure por no haber completado el proceso antes de la fecha de vencimiento. Un trámite que ya nunca llegó a realizar ya que Bayer decidió poco después dejar de comercializarlo en Europa (en Estados Unidos continúa). Sin embargo, los problemas no acabaron ahí para la farmacéutica, acorralada por las decenas de mujeres que han denunciado haber sufrido efectos secundarios por culpa de este anticonceptivo. Unas 900 en España según la AEMPS, 2.000 según la Plataforma Libres de Essure.

El Ministerio de Sanidad lanzó este pasado mes de octubre una guía para ayudar a los profesionales de Atención Primaria a detectar las complicaciones del Essure. El objetivo era que todo el Sistema Nacional de Salud conociera la actualidad de este anticonceptivo y una detección temprana de los síntomas de las complicaciones para derivar a las pacientes al especialista. En concreto, en la guía se facilita información a las usuarias que refieran efectos adversos, proporciona las pautas de extracción con las máximas garantías de seguridad en el procedimiento de retirada y la realización de un seguimiento adecuado mediante las oportunas revisiones posteriores.

Sin embargo, la incertidumbre y el miedo en torno a este anticonceptivo no han desaparecido. Ningún juzgado quiere hacerse cargo de la denuncia colectiva presentada por un grupo de mujeres afectadas (hace unos días una magistrada de Madrid reenvió la causa a la Audiencia Nacional, que ya había rechazado su investigación), y la Plataforma Libres de Essure cuestiona que centros sanitarios que en su día no implantaron el Essure ofrezcan ahora las garantías necesarias para su retirada.

En ese sentido, el jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital General de Segovia, el doctor Ignacio Múgica, lanza un mensaje tranquilizador: «Esa descofianza es gratuita. Todas las semanas nos enfrentamos a procesos mucho más complejos que la retirada de un Essure, como cánceres de trompa». El Complejo Asistencial de Segovia nunca llegó a implantarlo «porque no veíamos la necesidad de desarrollarlo», según resalta el propio Mujica, que indica que «hemos seguido apostando por un método anticonceptivo más tradicional como es quitar las trompas o un trozo de ellas, que además sirve para prevenir cánceres ginecológicos».

DESCARTE. Sólo dos mujeres han acudido al servicio que dirige con consultas relacionadas con el Essure y ninguna ha sido sometida a la intervención de retirada. «Según la bibliografía científica, menos del uno por ciento tiene complicaciones por el Essure y en Estados Unidos se sigue comercializando. Los medios de comunicación han creado demasiada alarma y hay que decir que, antes de intervenir para retirarlo, es necesario descartar que los problemas de salud que pueda estar sufriendo la mujer sean por otra cuestión. La retirada del Essure puede provocar complicaciones», argumenta Mujica.

A algunas mujeres les ha condenado a perder los órganos reproductores. Carmen Lotero tiembla ante la posibilidad de tener que pasar por el quirófano. Asegura que tiene «fobia» al bisturí por antecedentes familiares y que si optó por el Essure fue precisamente para no tener que someterse a una intervención quirúrgica de ligadura de trompas. Madre de tres hijos (dos chicos de 27 y 9 años y una chica de 29), alguien le habló en 2011 de un anticonceptivo que era el futuro y apostó por él. Se lo colocaron en Ávila «en cinco minutos» y pensó que todo estaba resuelto.

Sin embargo, al cabo de «tres o cuatro años» comenzó a sentir unos dolores en el costado a los que, después, se han sumado molestias a la hora de mantener relaciones sexuales, cansancio continuado, insomnio, aumento de peso, pérdida de memoria, dolores en pies y piernas... «Entonces no se oía nada de que hubiera problemas con el Essure, pero yo le decía a mi médico de cabecera que a ver si era porque llevaba esto», relata esta vecina del Real Sitio de San Ildefonso, que desde hace unos meses lucha ya sí sin descanso para que los médicos aclaren si las dolencias que padece están relacionadas con el anticonceptivo que todavía lleva alojado en su cuerpo.

El pasado 28 de noviembre su ginecólogo le practicó una ecografía que no dio resultados y le dio un plazo de un mes para que decida si quiere que le retiren el Essure. Sin embargo, Carmen cree que no es una decisión que le corresponde tomar a ella. Al menos sin el aval de los médicos, a tenor de los riesgos comprobados que implica esta intervención por la propia naturaleza del implante, que se puede romper y deja fragmentos en el cuerpo de las pacientes.

«Lo que quiero es que me apliquen la guía de actuación elaborada por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Ni siquiera me han hecho pruebas de alergia para ver si me produce reacción el níquel», se lamenta, al mismo tiempo que agradece toda la información y ayuda que le ha facilitado la Plataforma Libres de Essure. La vida que hace Carmen, a sus 48 años, es normal, pero le cuesta salir a andar, ha engordado cerca de 15 kilos por la ansiedad y durante muchas temporadas no puede dormir apoyada sobre el costado izquierdo. «No es un dolor agudo pero está ahí y hay días que no tienes ganas de hacer nada», subraya, aunque también se consuela: «Yo estoy hecha una rosa con las historias que he leído que hay por ahí». Lo que más lamenta es que «hemos sido conejillos de indias cuando nos dijeron que esto era una maravilla».

ESSURE. Essure es un sistema anticonceptivo permanente diseñado para utilizarse como microinserto de oclusión de las trompas de falopio. Se basa en la inserción de un dispositivo intratubárico sin incisiones quirúrgicas, a través de la vagina de una mujer. Dicho dispositivo produce una inflamación localizada en la trompa de tal manera que ocluye el paso de espermatozoides y la naturaleza de la inflamación hace que el procedimiento sea irreversible. Este implante está pensado para quedar colocado permanentemente, pero se puede extraer en caso de síntomas asociados con su presencia o a petición de la paciente, según recalca la guía de actuación del Ministerio de Sanidad.