Transporte social, arreglos en casa y aire al cuidador

D. Aso
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El Ayuntamiento planea integrar tres nuevos servicios sociales en un solo programa dirigido a mayores y dependientes que empezaría en otoño si cierra el convenio que espera con Cruz Roja.

El Ayuntamiento de Segovia prepara un nuevo programa social dirigido a personas dependientes, mayores o con problemas de movilidad que estaría integrado por tres servicios distintos: sustitución temporal de cuidadores para que estos puedan hacer gestiones puntuales; transporte social para que las personas mayores o dependientes acudan a citas médicas u otras cuestiones inexcusables; y reparaciones domésticas. Los tres figuraban en el programa electoral con el que el PSOE se presentó a las elecciones municipales de 2015 y aún están pendientes de cobrar forma, aunque la Concejalía de Servicios Sociales ya se ha puesto a ello con idea de presentarlo en otoño.

Técnicos municipales se reunieron hace tres semanas con representantes de Cruz Roja para tantear la opción de impulsar tal proyecto a través de esta ONG, según confirma el concejal de Servicios Sociales, Andrés Torquemada, que cree que «si todo fuera bien podría ponerse en marcha incluso en octubre». Siempre que Intervención dé luz verde a esta fórmula de colaboración, ya que «si al final hubiera que convocar un concurso el proceso administrativo se alargaría más», matiza. Previsiblemente hasta 2019, aunque confiando en que al menos estuviera listo antes de los comicios del 26 de mayo, que por algo se trata de una promesa electoral de 2015 que, además, no conllevaría un presupuesto difícil de abordar. En ese sentido, la intención sería cargar un trimestre sobre el presupuesto de 2018 y al menos tres más con cargo a 2019 para fijar así un periodo mínimo de un año para empezar.

En el programa socialista cada uno de estos servicios se citaban de forma independiente y destacados en negrita. La alcaldesa,Clara Luquero, llegó a apuntar el objetivo de crear al menos uno de ellos en el primer año de mandato, pero ahora se trata de sacar en el cuarto los tres de golpe, como un solo proyecto. 

El primero se denomina ‘Respiro social para todos’ y está concebido para paliar la sobrecarga de ocupaciones de las personas que cuidan en sus hogares a familiares directos con problemas de movilidad, mayores o con alguna discapacitad. Se prevé su sustitución por periodos cortos, lo justo para atender alguna urgencia o necesidad ineludible. 

Luquero ya hablaba de «cuidar al cuidador» o «darle un respiro» cuando explicó por primera vez a la prensa las líneas básicas de este servicio hace ahora tres años, en julio de 2015. «La idea es que el cuidador pueda llamar al Ayuntamiento para que le envíe una persona cualificada que se quede dos o tres horas con el familiar dependiente mientras va al banco, al médico o lo que sea».

El segundo de estos tres servicios es el de la implantación de un «transporte social para facilitar los desplazamientos de personas mayores y con discapacidad a citas médicas y otros deberes inexcusables», tal y como recoge el programa electoral. «Se trata de que haya un vehículo, que podemos llamar un ‘taxi social’», decía la alcaldesa a bote pronto, «que pueda llevar al hospital a gente que a lo mejor esté sola y no tenga quien le acompañe, por ejemplo». «Evidentemente no se le va a pagar a alguien con una pensión de 2.000 euros, sólo a quienes tengan rentas bajas», precisaba.

Sobre estas primeras iniciativas, Torquemada valora ahora la ventaja que supondría contar con Cruz Roja para su puesta en marcha, ya que ésta ya dispone tanto de voluntariado como de vehículos para ello, aparte de su evidente experiencia en servicios sociales. Cruz Roja aportaría así conocimiento y medios, pero contando con que el Ayuntamiento asumiera los costes, empezando por el carburante de los desplazamientos.

Sí que se perfila necesaria la mano de obra profesional en el caso del tercer servicio citado, que en el programa electoral se definía como «de prevención de accidentes domésticos, revisión y reparación de instalaciones del hogar, destinado a personas dependientes». Algo así como un servicio de bricolaje básico que asumiría el Ayuntamiento «contratando al profesional del oficio que corresponda, no a través de voluntariado», explica Torquemada.

«Vamos a ver cómo podemos hilvanar todo esto, son servicios que están relacionados unos con otros y por eso valoramos la opción de juntar los tres mediante un convenio con Cruz Roja, pero aún estamos pendientes de ver qué dice Intervención sobre la forma jurídica», incide el concejal. «Me gustaría que fuera así, a través de un convenio, y por eso estamos ya manteniendo reuniones con técnicos de Cruz Roja, pero vamos a ver si es posible».