Lo que esconden las cartas

Cristina Sancho
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Los carteros rurales ya no llegan a cubrir todas las zonas los cinco días a la semana que son preceptivos, según CCOO, que pide más contrataciones y una mejora de las condiciones laborales de la plantilla

Puede ser un acto reflejo. Al mediodía o por la tarde, tras terminar la jornada laboral, usted llega a su hogar y uno de los actos más habituales es abrir el buzón y recoger las cartas o publicidad que encuentre dentro. Para que esos sobres o impresos lleguen hasta su domicilio alguien ha tenido que trasladarlos, clasificarlos… Quienes están detrás de este trabajo son los carteros, unos profesionales que cuentan con más de 300 años de historia pero que en la actualidad no pasan por su mejor momento. «La situación en Correos es un tanto precaria porque los carteros no pueden llegar a todas las zonas de reparto que desearían. «Según el servicio postal universal son cinco días a la semana y actualmente por la precariedad y la contratación que hay no llegamos a cubrir todas las zonas en tres días a la semana», afirma la delegada sindical de Comisiones Obreras (CCOO) y responsable de Formación, María Jesús Oliveros. 

Esta cartera rural ha visto cómo en los últimos años ha disminuido el número de carteros, la calidad de los contratos ha empeorado e incluso han desaparecido carterías. Sin apuntar cifras concretas y basándose en porcentajes, Oliveros analiza la evolución del servicio desde diez años atrás. «En 2008 todas las secciones de cartería estaban cubiertas al cien por cien. Esta situación se redujo al 70 por ciento, de las cuales el 30 por ciento son contratos eventuales y dentro de esta eventualidad un 22 por ciento corresponden a contratos ‘minijob’ que consiste en la contratación de personas para que presten el servicio los martes y jueves cuatro horas en el turno de tarde», comenta. 

Desde el departamento de Comunicación del Grupo Correos para la zona centro de España, situado en Santiago de Compostela, consideran estos contratos de ‘minijob’ implantados desde 2016 como una ampliación de horarios de reparto de notificaciones. «En Segovia se trabaja en horario continuado, de mañana y de tarde, para distribuir con calidad y en los plazos de entrega que demandan los cliente el volumen de paquetería», indican. Sin embargo, los puestos de trabajo han disminuido en un 40 por ciento en la provincia y en los últimos años no se han cubierto las vacantes y tampoco se está cumpliendo con la tasa de reposición, según apuntan desde el sindicato. «Llevamos seis años sin ningún tipo de consolidación y desde CCOO estamos presionando para que saquen un mínimo de reposición de un 70 por ciento», asevera la delegada sindical, que explica que en estos momentos hay tres convocatorias de empleo abiertas.

Tal y como relata el pasado año 2017 tomaron posesión las personas que aprobaron la convocatoria de 2015, el pasado 30 de septiembre se examinaron miles de personas para cubrir las más de 2.400 plazas de la convocatoria correspondiente a 2016 que presumiblemente tomarán posesión de su cargo en el primer trimestre de 2019. De estas plazas tan solo nueve pertenecen a la provincia de Segovia. Además aún está pendiente de convocar las plazas correspondientes al año 2017 y cuyo ciclo se cerraría a principios de 2020. Con esta situación laboral, los funcionarios de Correos en la provincia han realizado diferentes paros parciales y manifestaciones a lo largo del año, pero si la situación no mejora no descartan volver a realizar más movilizaciones e incluso una huelga general en diciembre.

 

Paquetería. En Correos también ha cambiado el tipo de envíos que se realizan. Con las nuevas tecnologías, la carta tradicional ha registrado un descenso aproximado de un 20 por ciento en los últimos cinco años mientras que la paquetería vive un crecimiento exponencial tanto en envíos nacionales como internacionales. Desde el Grupo Correos indican que en 2017 en la provincia de Segovia ha crecido un 30 por ciento respecto al año anterior e indican que, con las últimas campañas de rebajas ‘online’ como ‘Black Friday y Navidad, ha aumentado en un 70 por ciento comparado con otros meses del año.

Estas cifras pueden resultar positivas pero también traen una dificultad añadida para los carteros. A la baja contratación, el descenso del salario y la precariedad se une el aumento del trabajo. María Jesús Oliveros pone varios ejemplos: «Si antes en la zona de Cuéllar un cartero llevaba siete pueblos ahora son 11 y humanamente sólo en el desplazamiento de un pueblo a otro se van las horas de trabajo». No obstante hay quienes tiran de ingenio para intentar llegar a cubrir todo el servicio. Se da el caso de carteros rurales que se trasladan de pueblo en pueblo en pequeñas furgonetas en las que además de transportar cartas o paquetes, llevan una bicicleta con cestas. Así, cuando llegan a la localidad bajan la bici, echan las cartas y paquetes en las cestas y recorren las calles del pueblo más rápidamente que si lo hacen a pie o en coche.

Respecto al reparto de paquetería, Oliveros pide a la empresa estatal de Correos que se prepare en la forma de trabajar para ser más competitiva: «Como sindicato estamos reclamando que el empleo de Correos se enfoque en base a un operador logístico porque si no Correos está destinado a morir como la carta». Considera que sus compañeros se encuentran en una situación desfavorecedora a la hora de trabajar porque es inviable para un cartero llevar paquetería dentro del carrito. 

En la provincia de Segovia existen en la actualidad 12 oficinas postales repartidas en las localidades de: Cantalejo, Carbonero El Mayor, Cuéllar, El Espinar, Nava de la Asunción, Riaza, San Ildefonso, San Rafael, Sepúlveda, Villacastín y dos oficinas en Segovia capital. A estas oficinas hay que sumar otras que el Grupo Correos ha denominado ‘puntos de atención a los ciudadanos’, donde los carteros dedican parte de su jornada a atender a los clientes. Estos puntos se encuentran en Aguilafuente, Ayllón, Boceguillas, Cantimpalos, Fuentepelayo, Monzoncillo, Navalmanzano, Olombrada, Sanchonuño, Torrecaballeros, Turégano y Valverde del Majano. Asimismo existen nueve unidades de reparto donde los carteros trabajan para organizar el reparto de correspondencia en los distintos municipios y se localizan en Segovia, Cantalejo, Carbonero El Mayor, Cuéllar, Hontoria, Riaza, San Rafael y Santa María la Real de Nieva. Por último cuentan con una unidad especial de servicios dedicada a la clasificación y reparto de paquetería. 

 

La cara más social del correo

El reparto a través de Correos es la forma más habitual de enviar cartas, pero desde hace años algunas empresas y Administraciones cuentan con el servicio de buzoneo y cartelería de Fundación Personas. En Cuéllar tanto el Ayuntamiento como la empresa Aquona hace años que suscribieron un convenio a través del cual personas con discapacidad intelectual han aprendido una formación necesaria para desempeñar este servicio. 

En el caso de Aquona, este pasado verano se ha renovado el convenio que suscribieron hace 10 años. Durante este tiempo más de 30 personas con discapacidad intelectual del centro ocupacional de Cuéllar se han formado en las tareas de clasificado y buzoneo, adquiriendo habilidades de lectoescritura, discriminación visual, conteo, clasificado, conocimiento de la localidad, uso de planos, localización de barrios y domicilios y habilidades sociales para entregar las facturas del agua en los domicilios de los cuellaranos de forma correcta. Además se han identificado direcciones incorrectas y corregidos problemas de usuarios desconocidos o ausentes. En estos 10 años han clasificado y repartido 180.000 unidades y gracias al buen trabajo desarrollado se quiere extender el servicio a otros lugares donde Fundación Personas y Aquona presten servicio.