El consumo emocional en las rebajas: ¿cómo afecta?

Agencias
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Las expectativas personales y familiares tienen un papel primordial en el consumo emocional, cuando estas se cumplen, «se asemejan a felicidad, e incumplidas desembocan en frustración o impotencia», señala la socióloga experta en neurolingüística, Alicia Aradilla, con motivo del actual período de rebajas de invierno. 

En ocasiones, uno mismo se permite expresar estas emociones aflictivas y otras veces, paradójicamente, «hacemos todo lo posible para esconderlas o disimularlas», asegura la especialista. 

El broche final del consumo emocional que se produce en Navidad se cierra con las rebajas. Es el momento de los autoregalos, los caprichos, o el acceso a lo inaccesible el resto del año ofrece dos grandes caminos que van desde la avaricia al consumo consciente. Para la experta, una de las claves de estas fechas es preguntarse a uno mismo para saber en qué lugar de la escala está su consumo, por ejemplo ¿dónde se ha producido el producto? o ¿qué requisitos éticos cumple la empresa? son cuestiones que pueden ayudar a decidirse. 

El precio es otro de los factores fundamentales a la hora de comprar. Desde una mirada sociológica, otro gran indicador será si lo que se compra aporta «valor simbólico o valor de uso», concreta. Por ejemplo, «el primer reloj aporta el valor de uso, el resto de relojes solo aportarán valor simbólico».