En su misiva, que empieza con un "mi querida familia", Abraham asegura haber vivido dos años "mágicos e inolvidables" y apunta que es "mucho, pero muchísimo lo que me ha dado la Segoviana y yo no le podré devolver jamás".En el capítulo de agradecimientos, el preparador no se olvida de Ramsés, Agustín, la junta directiva, los empleados del club, los operarios de La Albuera, la prensa, el cuerpo técnico, los jugadores, la afición... "Nos veremos en La Albuera animando juntos a nuestra Gimnástica", concluye.