Opciones infinitas

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Víctor M. González, director del Centro Asociado de la UNED en Segovia.

Víctor M. González Sánchez (Ávila, 1970) es segoviano de adopción, doctor en Economía por la UNED y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Alcalá, director del Centro Asociado a la UNED en Segovia,   profesor en el Departamento de Economía Aplicada de la UNED y asociado en el GIGA Institute of Latin American Studies. Su actividad investigadora se centró Europa y América Latina, con estancias docentes en universidades de Chile, Ecuador, EE.UU y Alemania.

1. El Figón de los Comuneros, Travesía del Patín, 4. Este establecimiento le hace sentir que está en Segovia, aunque parece querer permanecer discreto, entre las calles y travesías del centro, sin modernidades y con sabor a puchero, pero cuando uno tiene ganas de comer de verdad es el lugar adecuado, especialmente ahora, en el tiempo de cocido.

2. Pastelería Anyú, Alfonso VI, 23. Podría decirse que la pastelería Anyú es un establecimiento más de tantos que hay en los barrios de Segovia pero, como suele pasar en tantos otros que trabajan alejados de los focos de las grandes cadenas de distribución, hacen muy bien su trabajo. De hecho siendo difícil destacar uno sólo de los productos que elaboran, las trufas de chocolate son una de sus especialidades y es complicado probar sólamente una.

3. Acueducto. Le encanta el Alcázar, su arquitectura y su historia, pero «Segovia es el Acueducto y viceversa». Contemplarlo cenando, en verano, desde la terraza del Tuma, es un lujo. Al verlo cada día, quizás no valoramos suficientemente lo que representa que siga ahí después de los siglos. Recuerda el efecto que provocó en sus hijos verlo por primera vez, que les llevó a preguntarle si lo podían tocar al querer que fueran conscientes de lo que tenían delante. Hay gente que debería aprender esta misma lección y respetarlo.

4. Plaza Medina del Campo. En las noches de verano o cuando el termómetro lo permite, es el lugar idóneo en el que sentarse a observar y ver pasar el tiempo. Un rincón de la ciudad en el que el trajín de viandantes, turistas o segovianos suele ser incesante. Sin embargo, es posible y muy recomendable, abstraerse y disfrutar del color y la arquitectura del entorno.

5. Jardín de los Zuloaga. Es muy agradable y sorprendente encontrar este jardín, generalmente, vacío de visitantes, tan cerca del centro de Segovia y de buena parte de su vida académica y administrativa. Perfecto para reflexionar y disfrutar de unas magníficas vistas del entorno oriental del Eresma y la sierra al fondo. Buen tiempo, un libro y el lugar ideal para esconderse del ajetreo de la vida cotidiana.

6. Librería Cervantes. Las librerías, como éste más que centenario establecimiento, son, por el riesgo que supone el comercio electrónico, lugares que le recuerdan su infancia, cuando leía todo lo que caía en sus manos y evocar, cuando va a comprar un ejemplar o una goma de borrar gigante a sus hijos, lo que sentía al entrar en una librería para preguntar, tocar y leer algunas páginas antes de decidirse a comprar.

7. Teatro Juan Bravo. Ha cumplido su primer siglo y sigue siendo testigo cotidiano de buena parte de la vida cultural y social de la ciudad, desde su fachada. En su interior, acoge actos significativos y una programación como teatro, con obras de todo tipo, incluyendo Titirimundi. 

8. Valle del Clamores. Para despejar la mente, corre. Antes de disfrutar de la puesta de sol desde la terraza del Hotel Don Felipe, baja hacia la puerta de San Andrés, donde sale un camino a la derecha, que desemboca en la senda, a través del valle del Clamores y continúa cerca de la Casa de la Moneda, hasta finalizar en la Alameda del Parral. 

9. Bernardos. Un pueblo con gente excepcional como Santos y Casilda. En el Bar Yagüe uno se siente cómodo y nunca forastero, donde no se discute sobre las preferencias futbolísticas o políticas de cada uno, se convive y se come muy bien. Le pueden preguntar a la cuadrilla de bilbaínos que lo descubrieron sin guía y sin estrellas Michelín.

10. La Cárcel. Por la modernidad de las Salas Expresa, combinando el pasado y el futuro, y un acierto ofrecer al visitante las condiciones carcelarias.