Respuesta rápida a la seguridad

A. M.
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El mantenimiento de la seguridad ciudadana y el orden público son los principales objetivos de la nueva Usecic de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia.

Aunque se tenga la ficha policial blanca como la nieve que aún permanece en las cumbres del Guadarrama,  los papeles del vehículo al día y ningún objeto sospechoso que pueda llamar la atención, es posible que al conductor le aumente el ritmo cadíaco si se encuentra en plena autovía con un amplio dispositivo de la Guardia Civil, participando en un control preventivo contra el transporte de sustancias estupefacientes o armas. Impresiona. 

Este en uno de los cometidos de la nueva Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) de la Guardia Civil de Segovia, además de garantizar el orden público en aglomeraciones de gente o dar apoyo al resto de unidades territoriales.

Un grupo que pueda dar  respuesta más rápida a los problemas de delincuencia de una zona en momentos puntuales, creado oficialmente el uno de marzo de este año, pero que llevaba formándose desde enero. 

Ese control que llama la atención de quien pasa cerca, aunque no le hayan dado la orden de parar, quedándose con la duda de ‘a quién o qué estarán buscando’,  está medido milimétricamente por los agentes de la Usecic, apoyados por compañeros de Tráfico y del Servicio Cinológico.

Si se trata de la Autovía de Pinares, como la operación que siguió EL DÍA, antes de comenzar el montaje tiene lugar un ‘briefing’ o sesión informativa en una zona próxima, generalmente fuera de la vista de quien pueda circular por los alrededores.  Momentos antes, los agentes, que se desplazan en cinco vehículos de la Guardia Civil, identificados con el acrónimo Usecic en sus cristales traseros, se habrán preparado convenientemente, incluida la colocación de los chalecos antibalas y reflectantes.

El sargento primero que manda la unidad, José Luis de Santos Hernández, rodeado de doce hombres y una mujer con uniforme de campaña y boina,  que componen la totalidad de la plantilla, junto a un cabo primero,  habla del contenido de la operación: «Vamos a realizar un control para comprobar que no se portan armas ni drogas».

TRÁFICO. Los agentes de la Agrupación de Tráfico tienen un cometido cortar la circulación de la autopista en una dirección mientras sus compañeros montan el control con tres escalones: selección, registro y bloqueo por si alguien intenta darse a la fuga.  En el primero, donde se colocan dos guardias, uno con arma larga, y el otro para deidir a quién se va a parar, se puede leer: ‘Control Guardia Civil Police’.

 Detrás se situarán los agentes que van a realizar el registro de los vehículos, incluidos perros adiestrados, y la identificación del conductor y los acompañantes. En el tercero, nuevamente aparece un arma larga y un agente con un artilugio que despliega en segundos dejando el asfalto sembrado de pinchos, para impedir huídas.  

Todo comienza cuando el sargento de Santos transmite a los motoristas de Tráfico que está todo listo: «Pueden dar paso», y la fila de coches y camiones comienza una peregrinación en zig-zag, para reducir aún más su velocidad. ‘Empieza la fiesta’ que dirían en las películas norteamericanas.

   Al que le toca la china por decisión de quien está encargado de hacer la selección lo ordenan aparcar a su derecha,  para que muestre su documentación –que se comprueba con la base de datos desde el walkie talkie digital– y abra el maletero pra que se puedan comprobar los  objetos que lleva, mientras le piden que espere pacientemente a unos metros del coche.   

Pero ésta no es la única tarea de la Usecic, por ejemplo, en enero, aún sin estar creada oficialmente, prestó apoyo a equipos de Tráfico y de unidades territoriales en la incidencia en la AP-6 y la N-VI con las nevadas, con los miles de automovilistas y ocupantes que quedaron atrapados. También han dado protección y seguridad a los participantes de la romería de El Bustar,  en Carbonero ElMayor, o a los miles de visitantes a los juegos de agua de las fuentes de La Granja o a los miembros del Real Instituto Elcano,  reunidos bajo la presidencia del Rey Felipe VI.  No obstante, de contínuo realizan dispositivos operativos en las principales vías de comunicación, dada la proximidad de Segovia con capitales como Valladolid y Madrid, de donde suelen llegar para delinquir un buen número de personas. 

José Luis de Santos se refiere también a servicios concretos de apoyo a unidades especializadas, como policía judicial o información, cuando van a llevar a cabo una fase de explotación de la investigación.

A esta unidad se accede por  concurso de méritos, no es preciso tener ningún tipo de titulación especial, pero todos sus componentes cuentan con una baremación de puntos y su especialidad en algún tipo de cursos de la Guardia Civil. Así, hay agentes que han llegado  destinados de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) de Madrid y de Valencia; de otras Usecic, como la de Barcelona, incluso de la unidad de Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (NRBQ) y especialistas en seguridad ciudadana. 

El agente Javier Huertos Cabezas, zamorano, llevaba prestando servicio en funciones similares para la Comandancia de Segovia desde hacía más de tres años: «Desde el primer día  noté un gran compañerismo, siempre fiel a los mandos, una manera de trabajar que me encanta y la realización en muchas ocasiones de unos servicios muy buenos para la población y el ciudadano que te reconfortan personal y profesionalmente, esto es lo que cada día te anima a seguir dedicándote a los demás de esta manera; no tuve ninguna duda, llegado el momento de continuar o no destinado de manera oficial en la unidad, y con las ganas de seguir trabajando como el primer día», afirma.

Elena Paredes García solicitó este destino de una manera voluntaria y con mucha ilusión, porque  llevaba esperándolo desde hacía mucho tiempo. Asegura que «es un trabajo que te exige mucha dedicación y disponibilidad porque los horarios pueden variar en el mismo día, también se pueden modificar los servicios o que te activen inmediatamente en caso de necesidad». Por otro lado, subraya la agente que «son muchas horas de estar de pie,  pasar mucho frío o calor pero creo que me siento altamente recompensada ya que es un trabajo que me gusta mucho y lo desempeño con mucha ilusión y lo mejor que sé».  

Para el sargento primero De Santos, «todos los componentes de la unidad tienen una gran dedicación y predisposición a que se pueda activar en cualquier momento, con la ventaja de que hay un grado amplio de trabajo y podemos trabajar en un tipo de dispositivos operativos o en apoyo a otras unidades, siempre en todo el ámbito de la provincia de Segovia».

Sobre si la misión de la unidad conlleva más riesgo para los agentes que otros empleos dentro del instituto armado, de Santos aclara que «el riesgo pasivo no se puede cuantificar, es verdad que donde trabaja esta unidad la problemática es mayor por lo que la profesionalidad y la dedicación tiene que ser más especializada, pero el riesgo es similar en toda la provincia».

No obstante los índices de delincuencia son más bajos que en otras pero, a juicio del sargento primero, «nuestro trabajo nunca es aburrido, es muy bonito, predispuesto; como ha dicho nuestro teniente coronel [José Luis Ramírez] en algunas entrevistas, Segovia tiene un bajo nivel de delincuencia, pero se trabaja para eso, el mantenimiento  del orden público y la seguridad ciudadana son para conseguir esos índices tan bajos de delincuencia y sucesos que puedan ocurrir, hay provincias limítrofes, como Madrid, o costeras, que tengan mayor volumen de trabajo, pero yo nunca consideraría aburrida a Segovia».