"Mi mayor talento es hacer creer que tengo alguno"

Sergio Arribas
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En su condición de maestro y rockero -ahora también sindicalista- es "Caperucita por el día y el Lobo de Noche" . Esta semana se desnuda en La Pizarra Óscar Sancho, cantante del grupo de heavy metal 'Lujuria'.

Óscar Sancho - Foto: Rosa Blanco

Esta charla la tenemos horas antes de su debut como ‘monologuista’. ¿Nervioso?

Verá que la voz la tengo más aflautada porque tengo dos cosas arriba que debería tener abajo. Como tengo fama de cachondo, si no les hago reir, dirán «¡vaya mierda de cachondo!» Es como Nacho Vidal en su vida privada, que está muy comprometido, porque tiene que hacerlo bien.

¿Cuál es su mayor talento?

Ni corro como el guepardo, ni nado como el delfín ni vuelo como el águila. Mi mayor talento es hacer creer a la gente que tengo alguno.

El rockero, como la mujer del César ¿lo es y lo debe parecer?

Cada vez tenemos más ‘heavys’ de ‘la secreta’. Los años pasan y lo único que detiene la caída del cabello es el suelo. Está la cosa jodida. Jamás me subiría a un escenario en chándal. Una estrella de rock lo es hasta en la furgoneta cuando va de gira.

Un recuerdo imborrable de su etapa como maestro en una escuela rural.

Tuve un alumno de especial dificultad. Su ortografía no era buena, porque era mal estudiante, al igual que su comportamiento. Un día apareció una pintada: «todos los profes ijos de puta, menos Oscar y Antonio». «¿Por qué saben que he sido yo?», me preguntó. «¡Hombre,‘ ijo’ es con hache!», le respondí.  Pero aquello me emocionó.

¿Los males de la enseñanza?

Nadie quiere que la enseñanza esté despolitizada.

¿Era ‘blandito’ en clase?

Si, por desgracia. Siempre he sentido a mis alumnos como si fueran mis propios hijos.

Le obligan a elegir, ¿maestro de escuela rural o estrella del rock?

Me siendo Caperucita por el día y el Lobo de noche. Y quiero vivir así. Pero si tuviera que elegir: maestro.

A su banda, ‘Lujuria’ le asocian con un estilo muy particular, el Heavy Erotic Metal. Rock y sexo. Mezcla explosiva.

A ‘Lujuria’ no le gustan las etiquetas, porque las etiquetas marcan precios y el grupo no se vende. Nosotros hacemos heavy metal, así de sencillo.

¿El heavy metal ha pasado de moda?

El rock no es moda. El rato que fuimos moda fue lo peor que nos pasó. Estamos mucho  mejor en el underground. En el momento que eres ‘moda’, y como vendes mucho, te dicen aquello de «esto no lo digas», «esto no procede», «ablanda un poco la imagen», etc... No era la misma la imagen de AC/DC que la de Bon Jovi. ¡Si Bon Jovi estaba hasta bueno! Un heavy no tiene que estar bueno.

¿Donde está la República Popular del Coito? Así rezaba el título de su LP de 1997.

Todavía la estamos buscando. Nosotros definimos en ese disco como un país a donde nos iríamos a vivir felices para no molestar y para que nadie nos moleste. Eso ya lo pensó Cuba y le sometieron a un bloqueo brutal. Ni yéndote a un país donde no molestes, te dejan en paz.

¿Qué hace antes de salir al escenario? ¿Alguna manía especial?

Siempre tengo que llevar unos calcetines rojos, que son los mismos, desde hace 30 años. Antes de la primera actuación, estábamos muy nerviosos y salimos de juerga. Fuimos Julito y yo a un bar y nos tomamos unas copas. Me lancé a hacer un streeptease encima de una mesa de billar y llevaba unos calcetines rojos hasta la rodilla horribles. Y cuando yo me quedé desnudo, la gente solo se fijó en los calcetines. Julito me dijo: «estos calcetines nos dan suerte». Procuro ponérmelos. Es mi única manía. Eso, y un vodka con naranja.

El amor es un invento francés. ¿Y el sexo?

El sexo fue la excusa que pusieron para echarnos del paraíso. No saben que descubriendo el sexo es cuando hemos descubierto el paraíso.

¿Sigue siendo un ‘tabú’ hablar con naturalidad de sexo?

Por desgracia sí. En el sexo no debe haber ningún ‘tabú’ pero sí hay unas edades y una manera de enfocar las cosas. Mucha gente equivoca sexo con pornografía y van a la cama con su pareja y hacen gimnasia rítmica en vez de hacer el amor.

¿Enemigo de la castidad?

Para mi la castidad no es un estado natural, es algo de lo que tenemos que deshacernos cuanto antes.

Una curiosidad. ‘Esta noche manda mi polla’ ¿No les dijeron nada desde la discográfica?

Para mi desgracia, no dijo nada la discográfica ni nadie. Iba buscando la provocación. Esa frase la lanza un tío que entra en un club de alterne en un pueblo de Granada, que estaba harto de la crisis, que no tenía dinero, que estaba desesperado. Saca una ‘pipa’ y dice ‘esta noche manda mi polla, chatos para todos’. Como diciendo ¡se acabó Es una especie de llamada a la revolución. Quería que preguntaran por el uso de la palabra «polla» para hablar de la revolución, pero es que ni me lo preguntaron.

Sperman ¿su héroe favorito?

Sí, por supuesto, es mi favorito. Es un superhéroe muy necesario. Hace poco salió la encuesta de población en España y o trabaja más Sperman o vamos muy mal.

¿Quienes son héroes en esta sociedad?

Cada una de las personas que, cada mañana, se levantan y se van a trabajar, a pesar de lo que ven en las noticias y de cómo son nuestros políticos. Los que levantan este país no son ninguno de los que se sientan en el Senado, ni siquiera en la extrema izquierda.

Y la yesca arderá, un disco que lanzaron en 1996 sobre la Guerra de las Comunidades de Castilla de 1521 ¿Se alistaría al ejército de Juan Bravo?

Detesto las armas y la lucha armada. Cuando una idea necesita matar por ella, no es buena idea. Pero hay que levantarse. Mire los chalecos amarillos en Francia. Nosotros aquí no hacemos más que memes. Somos expertos en memes y eso nos lleva a ser memos.

Lo cierto es que su grupo ha estado comprometido con multitud de causas sociales y solidarias. ¿Ha perdido piel esta sociedad?

Ha cambiado de piel. Tiene una piel muy fina para muchas tonterías y la ha perdido para cosas importantes.

La música se toca con instrumentos. Y la música en sí, ¿para qué puede ser instrumento?

Cuando sacamos ‘Y la yesca arderá’, estaba el autor de los poemas, un señor de avanzada edad, Luis López Álvarez. Lo presentamos en la SGA y allí dijo que «el heavy metal era el látigo que le faltaban a mis palabras». La música puede transmitir todo lo que sentimos sin necesidad de empuñar un arma. 

¿Qué ve al otro lado del espejo cuando se levanta por las mañanas?

Procuro ver a alguien que se levanta con ganas de seguir peleando. No obstante, es bueno que el espejo esté un poco empañado, porque la realidad nunca debe reflejarse de forma exacta. Quitaría los espejos de los ascensores, que provocan muchas depresiones. Es mucho tiempo mirándote y nunca nos gustamos. 

¿Cuál es la banda sonora de su vida?

La Internacional.

La fama, el dinero, las mujeres /o los hombres. ¿Qué atonta más?

Le falta algo que atonta más que todo eso: el poder.

¿Si tuviera un hijo le gustaría que fuese como usted?

Me descoloca la pregunta. Vale, pero tendría que prepararse mucho para no sufrir. Mi madre sabe de mis gustos, que en fútbol, soy del Rayo Vallecano, que soy de Comisiones Obreras, que soy de izquierdas, que me gusta el heavy… «¡Hijo, hazte de algo que gane!», me dice. Perdón por la pretensión, pero es muy decepcionante saber que tienes la razón, y yo creo que la ideología de izquierda tiene la razón, y saber que no ganas. Es doloroso. O vivo en un país de idiotas o yo estoy equivocadísimo.

¿Entiende la transformación de Melendi?

Ni yo ni él. Es una de las razones por las que se emborracha cada vez que viaja.

¿Qué siente al oir los discursos de la ultraderecha?

Procuro tomármelos como un monólogo y partirme el culo. Lo malo es que luego hay mucha gente que lo compra. Es momento de tomárselo en serio y analizar el porqué triunfan esos discursos. Y qué estamos haciendo mal el resto para que , por ejemplo, la clase trabajadora pueda apoyar a un partido que les va a quitar todos sus derechos.

Desvele su epitafio.

¡Que me hagan la tumba ya! Y me pongan: ¡espera, espera! Como esto no puede ser, de poner algo, pondría: «Aquí descansa porque sigues peleando por lo que él peleó». Si lo que hago no trasciende, no descansaré en paz. Amenazo con volver.