Una Presidencia envenenada

SPC
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Postularse para encabezar el Poder Judicial supondría para muchos magistrados un 'suicidio profesional' ante la politización del cargo

En plena polémica sobre quién está detrás del mensaje de WhatsApp que el portavoz del Grupo Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, envió a los senadores y en el que presumía de que iban a controlar la Sala Segunda del Supremo «desde atrás» y después de la renuncia del magistrado Manuel Marchena a la Presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), muchos jueces aseguran que no aceptarían ocupar este cargo si la oferta viene de la mano de los partidos, al considerarlo un «regalo envenenado».

Varios magistrados del Tribunal Supremo y vocales del actual CGPJ opinan que no es momento de hablar del nombre del próximo presidente. En su opinión, es preciso dejar pasar un tiempo para enfriar las cosas después de que la renuncia de Marchena sacase los colores a los partidos por la evidente politización del cargo. Un modelo muy discutido por parte de la judicatura, que reniega de convertir el órgano de gobierno de los jueces en un pequeño parlamento donde se trasladen las cuotas políticas del Congreso, lo que convierte la reforma en «urgente y necesaria».