Bodas de 'oro blanco'

Cristina Sancho
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La estación de esquí de La Pinilla celebra su 50 aniversario, con música, conferencias y homenajes al pasado pensando en el futuro.

Lo que nació como una idea estrambótica y calificada de locos, hace 50 años, ha sido y es todo un referente en el turismo y deporte de naturaleza en el Nordeste de la provincia. La estación de esquí de La Pinilla cumple en la temporada 2018/2019 50 años desde que abriera sus pistas y lo que para muchos puede ser un incordio, la nieve, para los vecinos de Riaza y de Cerezo de Arriba es el conocido como ‘oro blanco’ debido a la importancia que la estación tiene en la economía de la comarca. En pleno verano y sin un copo de nieve en la sierra, la estación de esquí de La Pinilla está celebrando sus bodas de oro con actividades durante prácticamente todos los meses hasta febrero de 2019. 

«Lo que nació como una sociedad cien por cien con vocación segoviana no es sólo una estación de esquí, sino que ha sabido reinventarse y también es un bikepark», explica el actual director de La Pinilla, Ángel González, que no se olvida de la alocada idea de José Pirinoli, a quien quieren hacer un homenaje el próximo 6 de octubre. En estos meses también se va a distinguir a todos aquellos empleados que han estado desempeñando su trabajo durante más de 25 años en las instalaciones. 

González recuerda que La Pinilla nació con dificultades y lanzándose a grandes inversiones. «Gracias a ese impulso fue poco a poco evolucionando, con muchos problemas que se van afrontando seguimos dando servicio y ampliando con el ‘bikepark’ más importante en número de asistentes de toda España, lo que también es un orgullo», sentencia el gerente de la estación. Recientemente en un fin de semana han pasado por las instalaciones unas 700 personas aficionadas al deporte de la bicicleta de montaña en las modalidades de descenso y enduro. 

Pero hasta que este otro aprovechamiento llegara a la estación, González se queda con el recuerdo de los mejores años. Entre 1968 y 1975 fue la primera estación de esquí de España por importancia de inversiones y también desde el punto de vista deportivo. «La Pinilla invirtió un 30 por ciento más que Baqueira Beret entre 1964 y 1975», recuerda el actual gestor. Entre los logros que quedan en la memoria y las anécdotas cabe reseñar que la estación segoviana fue la primera de España en contar con un telecabina y también fue la primera en acoger una Copa de Europa de esquí. La primera prueba importante de la Federación Internacional de Esquí también se celebró en Segovia…. 

Estos logros, aunque quedan lejos, han llevado a la estación a estar orgullosa del trabajo realizado en el pasado. «Es la mochila de la que partimos para llegar hasta donde hoy estamos», menciona González. Desde su punto de vista el orgullo no sólo debe ser de los riazanos sino también de los municipios pertenecientes a la Sierra de Ayllón y de otras localidades como Sepúlveda o Pedraza. «Tienen que sentir La Pinilla como estación de invierno y también de verano porque revierte económicamente en la zona y en el turismo», añade. 

Con motivo del cincuenta aniversario de la estación, desde el comité organizador de los actos de celebración han preparado una serie de conferencias que versan sobre el pasado, el presente y el futuro de las estaciones de esquí en España. Por Riaza ya han pasado no sólo el director de La Pinilla, sino el presidente del Consejo de Administración de Baqueira Beret y expresidente de la patronal de estaciones de invierno y de montaña –entre otros cargos–, Aureli Bisbe, que ha convertido la estación que dirige en un referente europeo dentro del turismo de nieve. Este viernes pasará por Riaza, mientras, el director de Formigal, Pascual Pérez y cerrará el ciclo, Eduardo Valenzuela que además de ser el director de Sierra Nevada, también es miembro del Consejo de la Federación Internacional de Esquí. 

En estos meses de verano, cuando la nieve ya ha desparecido de las cumbres, se está haciendo una reflexión de lo que ha sido la última temporada 2017/2018 para La Pinilla con uno de los mejores resultados económicos desde que el 2 de junio de 1968 se pusiera la primera piedra. No obstante, la mirada está puesta en el futuro, que pasa por que la estación no sólo sea un espacio de invierno sino también de verano, desde mayo hasta que empieza la temporada de esquí. En algunos años incluso han convivido el deporte de la bici de montaña con los esquís. La apuesta por la tecnología, el cuidado de las pistas, la renovación de instalaciones mecánicas y de transporte para dar más seguridad al público y seguir manteniendo en estado óptimo los cañones de nieve y la fabricación de la misma son los principales retos de la estación, sin olvidar los aspectos económicos. 

Aunque con los objetivos de futuro claros, en todo aniversario que se precie no falta la música. A la espera de otros muchos actos que aún se organicen en los próximos ocho meses, este pasado sábado se celebró un concierto de lo más especial en la pista de La Cabaña, a 1.500 metros de altura con la participación de diez músicos, entre ellos la soprano Paula Lueje. La idea era vivir una experiencia única en la que además de la música, se pudiera disfrutar sobre la pista verde de una estupenda velada a la luz de la luna con un picnic y varios obsequios.