Nuevo retraso en la renovación de los autobuses

D. A.
-

Un defecto en la oferta de una de las empresas obliga a abrir un periodo de subsanación que anula la opción de resolver el concurso en el pleno del 5 de octubre, por lo que se demora al menos hasta el del 25. Avanza, de momento, es la mejor puntuada

La adjudicación de la siguiente contrata de los autobuses urbanos tampoco estará lista para su aprobación en el pleno del 5 de octubre. Esa era la intención, pero la Mesa de Contratación, reunida el pasado martes, detectó un defecto en la propuesta económica de una de las tres empresas licitadoras y se le ha concedido el preceptivo periodo de subsanación, así que la resolución del concurso se queda ahora para el pleno del 25 de octubre, reduciendo aún más las posibilidades de ver autobuses nuevos circulando antes de que acabe este mandato.

El Grupo Avanza, favorito para hacerse con la contrata desde el principio del proceso, encara reforzado su recta final tras haber tomado ventaja sobre las dos UTE con las que compite gracias a la puntuación otorgada a cada una de las ofertas de servicio presentadas. Queda por concretarse una última baremación relativa al coste económico de tales ofertas, que a diferencia de la anterior es matemática, sin apreciaciones subjetivas, pero Avanza ya apunta a repetir como adjudicataria, salvo giro sustancial en esta última fase. Repetiría con matices, ya que esta vez se ha presentado con otra firma de su holding, Corporación Española de Transporte, en lugar de Urbanos de Segovia, concebida en su día como una unión temporal de empresas (UTE) entre Tuzsa y La Sepulvedana. 

No habrá que esperar mucho para conocer la resolución del concurso, en cualquier caso. El equipo de Gobierno quería llevarla al pleno del 5 de octubre, tal y como dijo la alcaldesa, Clara Luquero, el pasado 13 de septiembre, lo cual permitía apurar las opciones de ver nuevos buses por la ciudad antes de que acabe el mandato (las próximas elecciones son el 26 de mayo de 2019). El objetivo ya era complicado, y tras este último retraso, todavía más. Puede haber recursos de las empresas que no ganen, lo cual alargaría el proceso, y además quien gane tendrá siete meses de periodo transitorio tras firmar el contrato para implementar el servicio, de modo que la opción de reducir tal plazo quedará a expensas de la capacidad de la futura adjudicataria y su proveedor para encargar, fabricar y preparar los vehículos.

LARGA REUNIÓN. La Mesa de Contratación, formada por ediles del equipo de Gobierno y la oposición, se reunió el lunes 10 para conocer y aprobar, si consideraban que procedía, el informe con el análisis y la puntuación de las ofertas técnicas de servicio de las tres candidatas a gestionar los autobuses durante diez años: la ya citada Corporación Española de Transporte S.L., del Grupo Avanza; la UTE de Autobuses Urbanos de Lugo S.A. y Alcalabus S.L.; y la UTE de La Sepulvedana y Globalia Autocares. Al técnico que elaboró el informe le tocó leer sus más de 200 páginas y la reunión se prolongó toda la mañana. Arrancó a las 8.30 e incluso hubo receso poco antes de las 11, coincidiendo con una rueda de prensa, para seguir después. Surgieron dudas y muchas preguntas, pero al final el informe salió adelante sin ningún voto en contra, a pesar de que el PP lleva meses sugiriendo que habría convenido que al menos dos técnicos, en lugar de uno, fueran los que asumieran la comprometida y difícil labor de puntuar «para dar más garantías». Y de momento, Corporación Española de Transporte va por delante, a falta de la puntuación de las respectivas ofertas económicas, que es lo que se contaba con haber resuelto en la reunión del pasado martes. En segunda posición está la UTE de Urbanos de Lugo y Alcalá Bus; y tercera, la UTE de La Sepulvedana y Globalia, que después de haber logrado volver al concurso tras ganar un recurso contra su exclusión, ha recibido ahora la puntuación técnica más baja.

Fue en la reunión de la Mesa de Contratación del 2 de mayo cuando se dio cuenta de la decisión de excluir a La Sepulvedana y Globalia por entender que no superaban la evaluación de la solvencia técnica y profesional de los licitadores; en concreto, por falta de experiencia de Globalia en transporte urbano. Pero la UTE excluida recurrió ante el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (Tarcyl) y éste falló a su favor en julio al considerar que el Ayuntamiento incurría en «restricción a la competencia» por no valorar debidamente que La Sepulvedana aportaba la experiencia que se echaba en falta a Globalia. ¿Y habrá alguna nueva impugnación al final del proceso? La propia alcaldesa dice que la espera, lo cual demoraría más un proceso que, como era previsible, se está haciendo largo.

La contrata vigente expiraba el 29 de junio de 2016 y está prorrogada desde entonces, ya que el concurso no arrancó hasta octubre de 2017 por retrasos en la elaboración del pliego que lo rige, alimentando así el debate y la polémica por tener que estirar la vida útil de una flota con la mitad de los vehículos amortizados, según se ha constatado a nivel técnico. Y además, errores en el pliego obligaron a reiniciar el proceso el pasado mes de enero. 

En cualquier caso, ahora la intención es aprobar la resolución del concurso en el pleno del 25 de octubre. Si no hubiera recurso posterior, en noviembre o diciembre podría firmarse el contrato y empezaría a correr el periodo transitorio de siete meses para implantar el nuevo servicio; es decir, preparar cambios de itinerarios, reubicaciones de algunas paradas, una nueva plataforma tecnológica y, sobre todo, comprar autobuses, ya que se renovará la mitad de la flota.

Pero si hubiera recurso, o recursos, la demora puede ser de mes y medio o dos meses más como poco, mientras que el máximo siempre es una incógnita. Aparte de que Globalia, por cierto, perdió un recurso ante el Tarcyl por la adjudicación del transporte de Salamanca capital en 2013 y lo ha ganado casi cinco años después por la vía judicial ordinaria, si bien aún no hay sentencia firme. De momento es el TSJ el que ha anulado aquel proceso por considerar que el Ayuntamiento de esa ciudad favoreció a la que ya era adjudicataria, con riesgo de indemnizaciones millonarias y dando muestra de lo complejos, y a veces polémicos, que llegan a ser estos concursos.