Cruce de declaraciones contradictorias entre los miembros del Gobierno. Mientras el presidente, Pedro Sánchez, anunciaba ayer a primera hora que el Ejecutivo contempla un impuesto al diésel en 2019, según se incluye en el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, la ministra de Industria, Reyes Maroto, calificó horas después de «globo sonda» la subida a este carburante y aseguró que, hasta ahora, las medidas puestas en marcha por el Gobierno son «buenas» para el sector de la automoción. 

Durante una entrevista en una emisora de ámbito nacional, Sánchez señaló que las cuentas públicas para el próximo ejercicio contemplarán un impuesto al diésel, ya que hay un reto importante, que es el cambio climático.

«Todo lo que tenga que ver con transición energética y sostenibilidad del país como la movilidad privada, que es altamente contaminante, tendrá su traducción en una subida de este impuesto», subrayó, tras indicar que no afectará a los profesionales del transporte.

Mientras, la titular de Industria dejo claro que el anuncio se trata de «un globo sonda», pero anunció que el Gobierno trabaja con el sector de forma coordinada, pensando en la industria y también en los consumidores. Hasta ahora las medidas que hemos tomado son buenas para el sector», señaló Maroto. 

Respecto al incremento de otros impuestos, el líder socialista eludió pronunciarse sobre si el Gobierno creará uno nuevo a la banca, tal como había señalado en un principio, y confirmó que su propuesta se basa en una tasa a las transacciones financieras.