Patrimonio autoriza obras en Coca, Villacastín y Sepúlveda

D. S.
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La Muralla Vaccea de Coca será objeto de nuevos trabajos de conservación y protección, al tiempo que también se prevén arreglos en la iglesia de San Sebastián de Villacastín y la reconstrucción de la cubierta de la torre de San Andrés de Sepúlveda

La Comisión Territorial de Patrimonio autorizó este martes el proyecto básico y de ejecución para conservación y protección de la Muralla Vaccea de Coca. Los trabajos arqueológicos que se llevaron a cabo en el bien dejaron restos al descubierto, por lo que se adoptan medidas de conservación que los preserven de cara a futuras intervenciones.

Según explican fuentes de la Delegación Territorial, el proyecto autorizado contempla la realización de un murete de contención de fábrica de forma que no sea necesario el tránsito de maquinaria pesada y se pueda cubrir con seguridad la zona donde se realizó la intervención arqueológica. Se ejecutará un talud mediante cobertura vegetal sobre lámina geotextil que tape los restos; en la base se construirá una solera de hormigón con pendiente, con el único fin de canalizar el agua y así evitar el lavado del talud; y por último, se colocarán perfiles metálicos anclados a la estructura del graderío para impedir el movimiento del terreno.

La Comisión de Patrimonio establece en su acuerdo, como prescripciones al proyecto, que en ningún caso se excavará o removerá terreno ni del talud ni junto a su base, que antes de ejecutar la solera de hormigón se colocará una lámina impermeable y una lámina de geotextil, y que la lámina del talud se protegerá con una capa de arena estéril retenida con una capa de grava que asegure un buen sistema de drenaje.

Como las restantes ciudades de la Celtiberia, Coca contaba para su defensa con una potente muralla, de la que da cuenta el historiador romano Appiano utilizando noticias de Polibio. Esta muralla vaccea permaneció oculta e ignorada durante siglos, hasta su descubrimiento en 2014. Hay muy pocos datos sobre obras defensivas de las ciudades vacceas en la zona sedimentaria de la Cuenca del Duero, por eso el hallazgo de la muralla de Coca ha adquirido una mayor relevancia.

 

Obras en Villacastín. Patrimonio también autorizó en su reunión de este martes obras en los paramentos interiores de la iglesia de San Sebastián en Villacastín, derivadas de las que ya se ejecutaron para corregir las humedades que soportaba la iglesia y que dejaron los muros y su enfoscado sin igualar. Con la actuación aprobada ahora se va a proceder a reintegrar las lagunas y unificar los paramentos para conseguir su lectura correcta. "Van a utilizarse pigmentos de calidad, agua desionizada y resina acrílica para el ligado de los pigmentos", prosiguieron las mismas fuentes de la Delegación Territorial.

La iglesia de San Esteban o San Sebastián de Villacastín fue declarada bien de interés cultural en 1944. Construida con sillares de piedra, fue fundada en 1529. En su interior destaca tanto el retablo mayor como los laterales y el de la capilla de los Mexía Tovar

 

Sepúlveda. Por otro lado, Patrimonio dio su visto bueno al proyecto de reconstrucción de la cubierta de la Torre de San Andrés, que plantea también la consolidación de la coronación de los muros sin aumentar el volumen exterior de la edificación. Esta propuesta ya fue informada favorablemente meses atrás por la Comisión, pero había quedado a la espera del proyecto que este martes ya se sometió a estudio.

En la cubierta se renovará la estructura con pares de madera de pino y sobre ella se colocará tablero de madera machiembrada con capa de aislamiento térmico. La cobertura exterior será con teja cerámica segoviana, previa consolidación estructural de los muros perimetrales de mampostería de piedra caliza encintados con ladrillo.

La Torre de San Andrés se sitúa en el extremo suroccidental del casco urbano de Sepúlveda, en una ladera pronunciada, con dominio visual del puente del río Castilla y de la puerta de Duruelo. En la actualidad, el edificio tiene adosadas construcciones que lo enmascaran entre el caserío de este barrio de Sepúlveda. Documentalmente se relaciona con la iglesia de San Andrés, citada como parroquia desde el siglo XIII, aunque parece más una torre defensiva o de vigilancia.

Se trata de una construcción de gran altura, planta cuadrada y anchos muros construidos con una fábrica poco común denominada mampostería encintada, con uso combinado de ladrillo y piedra, una doble hilada de ladrillos alternada con una fila de calizas enmarcadas en ladrillos verticales. Cuenta con cubierta a un agua y tres pisos, cada uno con balcón en la fachada meridional, elementos que no corresponden a la construcción original.

Las características formales y técnicas del edificio hacen posible su identificación con una construcción de época islámica de carácter militar, sin descartar un posible uso religioso, como es habitual en muchas construcciones de esta época. Las referencias históricas y arqueológicas disponibles permiten situar su fecha entre el siglo X y la primera mitad del XI, en época califal.