El grito de las fuentes

AURELIO MARTÍN
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La plataforma contra el embalse de Lastras de Cuéllar y Aguilafuente lleva a la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero su oposición al proyecto.

Con el grito de ‘Sí a las fuentes’, representantes de la plataforma ciudadana de vecinos de Aguilafuente, Lastras de Cuéllar, Fuentepelayo, Aldea Real o Pinarnegrillo,  vienen mostrando en diferentes encuentros informativos su posición contraria al proyecto de embalse en río Cega, con una capacidad de 44 hectómetros cúbicos, que anegaría unas 700 hectáreas –seis veces superior a ‘El Pontón Alto’–,  a su paso por los términos segovianos de Lastras de Cuéllar y Aguilafuente.  Sus argumentos se los manifestarán, este 6 de noviembre, a la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Cristina Danés.

El proyecto ya se planteó hace quince años, durante el Gobierno del presidente José María Aznar,  incluso de mayor capacidad, pero fue rechazado por el impacto ambiental, y ha sido también un Gabinete popular,  en este caso de Mariano Rajoy, quien lo recuperó, en junio de 2017, licitando por  865.770 euros la redacción del anteproyecto del embalse a su paso por los términos segovianos de Lastras de Cuéllar y Aguilafuente.  La justificación expuesta es que la infraestructura permitirá la regulación de su caudal, además del abastecimiento de una población de unos 15.000 habitantes en la comarca del sur de Cuéllar  y  la sustitución de las captaciones subterráneas para riego del acuífero de ‘Los arenales’ por tomas superficiales en diferentes zonas regables de las provincias de Segovia y Valladolid –unas 4.000 hectáreas–, según el entonces Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. 

Aunque se abrió un periodo de consultas para la estimación del alcance y nivel de detalle que tienen la evaluación de impacto ambiental,  los partidos políticos no se han posicionado aún  y no consta que se vaya a destinar partida presupuestaria alguna, pero también andan con cuidado para no profundizar en una brecha que se abre entre pueblos vecinos, los que participan del regadío de la zona de ‘El Carracillo’ y aquellos de la ‘Tierra de Pinares’,  como los afectados, que se consideran marginados por las autoridades. 

La portavoz de la plataforma,  Carmen García Moneo,  lo explica: «A la zona de ‘El Carracillo’   se les ha prometido unas concesiones, está en pleno auge, tiene la autovía e industrias, están salvados,  pero para nuestra comarca sería anegarnos en la pobreza,  nuestra riqueza es el patrimonio natural  y los montes de utilidad pública que son rentables».   

Recientemente,  la comunidad de regantes de ‘El Carracillo’ ponía de manifiesto que, desde la aprobación del proyecto de regadío, hace dos décadas, se ha favorecido la implantación de una treintena de industrias con más de 3.500 empleos estables, aparte de abogar porque se concluya la tercera fase y de mostrar su compromiso con garantizar el mantenimiento del caudal ecológico del río Cega, así como su sostenibilidad, estableciendo unos límites de uso del agua. 

En las alegaciones al informe medioambiental,  la plataforma subraya que «el consumo agrario del agua en ‘El Carracillo’ y comarcas limítrofes está descontrolado, sobrepasando ampliamente la tasa natural de reposición del acuífero, y alcanzando el 80% del consumo total».  Asimismo entiende que «la expansión del porcino; pero sobre todo la instalación de la agricultura agroquímica de fresas y hortalizas, están bajando de manera alarmante los niveles freáticos». 

Los detractores del embalse añaden que «esta sobreexplotación y contaminación del acuífero, reconocida por la propia CHD y la Junta de Castilla y León, está derivando en un problema de salud y orden público,  al afectar al abastecimiento poblacional en esa comarca, y supone a la larga una privatización encubierta del agua. En pro de políticas estrictamente económicas, están estableciéndose los gérmenes de un conflicto social en el que no se respetan los derechos básicos de todos los ciudadanos».

Para la plataforma,  la sobreexplotación del acuífero de ‘Los Arenales’  no se soluciona con el «asalto» al Cega, bien mediante la ampliación de la concesión a la comunidad de regantes de ‘El Carracillo’,  para el proyecto de la tercera fase de recarga, o vía presa; ni la CHD ni los regantes han asumido que el Cega no trae los caudales necesarios para satisfacer sus demandas,  por lo tanto debemos disminuir el consumo de agua, adaptándolo a la disponibilidad real del recurso».

García Moneo lamenta: «No se ha mirado nunca a nuestros pueblos,  es como si no existiéramos, quizá sea porque tenemos menos votantes, cuando hay que preocuparse de los que peor están, de los deprimidos».  La portavoz de la plataforma se pregunta: «¿Qué sentido tiene vivir en un pueblo si no vamos a tener agua de manantial [de ‘Las fuentes’],  que va a ser agua embalsada,  nos quedamos sin río y no podemos ir al pinar a pasear o a por setas?». 

Utilizar como argumento que el nuevo vaso abastecerá 15.000 habitantes parece una estrategia de confusión para obtener el respaldo ciudadano,  según la plataforma, «cuando lo responsable sería actuar sobre el origen, reconduciendo el actual modelo agrario intensivo que contamina nuestra agua», dice el escrito de alegaciones.

Junto a los problemas medioambientales que traería el embalse, a juicio de los vecinos,  una de las cuestiones que más les duele es que inundaría uno de los manantiales más importantes de la provincia de Segovia, como son ‘Las fuentes’ de Aguilafuente,  un agua de excelente calidad que abastece a varias localidades, como un total de 5.000 habitantes equivalentes de los municipios de Aguilafuente, Aldea Real, Fuentepelayo, Pinarnegrillo y Zarzuela del Pinar, que han sido dotados de captaciones del acuífero financiadas con dinero público».  

De las 700 hectáreas inundables,  600 están incluidas en la Red Natura 2000.  Unas 220 hectáreas se encuentran en término de Lastras de Cuéllar,  seis en Zarzuela del Pinar, la pared del embalse,  y el resto en  Aguilafuente. 

Efecto barrera entre los pueblos 

Entre los argumentos de la plataforma,  García Moneo  considera que el embalse «va a ser una barrera en nuestros pueblos , nos interrumpen la carretera Aguilafuente-Lastras , no tenemos ningún beneficio para la comarca».  Insiste en que «es una barbaridad,  hay áreas de gran valor,  es un sitio arenoso que técnicamente tiene mucho riesgo de que no se llene y se quede como un desierto, cuando lo que hay que poner en duda son los modelos de regadío que arrastran a muchos problemas de contaminaciones de pozos,  con sobreexplotación del acuífero, de ahí viene el problema del arsénico». 

La plataforma, explica su portavoz,  «defiende las fuentes, el manantial, y nuestros pueblos, no el pantano, estamos claramente en contra del proyecto y, aparte del tema de los regadíos, no se sostienen las justificaciones del efecto de laminación de avenidas en Mojados y Viana de Cega por unas inundaciones que hubo en 2013 pero que son chalés que están construidos en dominio público hidráulico, ilegales; y que va a abastecer a 15.000 habitantes de las zonas de Íscar-Cuéllar,  cuando recientemente se ha inaugurado una ETAP en Cuéllar con la Mancomunidad de Las Lomas que garantiza el abastecimiento a la comarca».

Además, muchos de los que se oponen al embalse consideran que se trata de un proyecto contrario a la política actual y a la directiva marco del agua cuando la CHD está eliminando diques e intentando recuperar la naturalidad de los ríos, garantizando sus valores ambientales para mantener la calidad de las aguas. 

Después de abogar porque se abra un debate en torno al modelo de consumo de agua con los problemas que existen de nitratos,  García Moneo se reitera en su defensa de «nuestra comarca, del Cega y de los valores ambientales  y la importancia de los montes; ya tenemos un embalse que son los pinares y un acuífero que son las fuentes, no necesitamos gastarnos dinero», sentencia la portavoz de la plataforma.

Los ecologistas piden la retirada del proyecto del embalse del Cega

El 21 de agosto el Ayuntamiento de Aguilafuente,  que preside el alcalde Jesús Ballesteros Massó (PP),  envió un escrito a la Subdirección General de Evaluación Ambiental manifestando la preocupación del equipo de gobierno por la posible construcción del embalse y congratulándose por la creación de la plataforma ciudadana ‘Sí a las fuentes’ nacida en esa localidad para la defensa del medio natural. 

No obstante,  expresaba que era consciente de había que asegurar el abastecimiento y el desarrollo futuro del pueblo,  reconociendo que no se pueden negar los mismos derechos al resto de municipios vecinos, además de prevenir avenidas del río aguas abajo y embalsar una reserva que garantice el desarrollo de una agricultura de regadío sostenible.   

En sus reivindicaciones,  Ballesteros solicitaba al Gobierno el compromiso de garantizar el abastecimiento de agua,  reposición de las comunicaciones, del área recreativa de ‘Las fuentes’ y protección de la fauna y la flora, entre otras, aparte de reclamar el cambio de nombre a ‘Embalse de Aguilafuente’.   

Un mes después, ya enviado el escrito,  en el pleno del 30  de septiembre, esta posición solo fue ratificada por el alcalde y el teniente de alcalde (PP), absteniéndose dos ediles populares y votando en contra la socialista y la no adscrita.

El senador del PP Juan Carlos Álvarez, miembro de la Comisión de Medio Ambiente, se ha mostrado convencido de que pueda haber soluciones que satisfagan a todas las partes, aunque ha reconocido que aún no se han tomado posiciones. «Hay que analizar qué se necesita,  ponderar intereses y ver qué hace menos daño,  pero aún no hay nada definido», ha matizado.

Para el secretario general del PSOE de Segovia,  miembro de la Comisión de Medio Ambiente de las Cortes regionales,  «el proyecto solo puede ser factible si técnicamente queda claro que no hay ningún tipo de aberración medioambiental y parece que existen ciertas sombras en cuanto a la documentación obrante en el expediente».  Los socialistas, que según su dirigente no están en contra de proyectos vinculados con el agua siempre que sean sostenibles,  fijarán posiciones en un próximo encuentro del Consejo Provincial del Agua.  A priori,  Aceves cree que «parece que no se dan todos los requisitos medioambientales,  habrá que esperar a ver qué ocurre con la declaración de impacto». 

Ecologistas en Acción de Segovia ha solicitado la retirada del proyecto y el estudio de alternativas que impulsen la modernización de la agricultura de regadío en la zona, orientándola hacia un modelo sostenible después de que, este verano, la CHD iniciara las consultas previas para valorar el impacto ambiental que tendría la construcción del embalse en el río Cega. 

Los ecologistas argumentan que la cuenca del Cega está sufriendo un intenso proceso de cambio climático que ha modificado sustancialmente el régimen hidrológico de los cursos fluviales, hasta el punto de que la CHD ha reconocido un descenso del 40%  en el volumen anual de agua que circula por el río, en los últimos 20 años. 

El problema de fondo, de acuerdo con Ecologistas en Acción,  es que,  «el embalse facilitaría el desvío de porcentajes crecientes del agua del Cega para los regadíos de ‘El Carracillo’.  Creado el instrumento [el embalse], la presión de los sectores productivos para disponer de más agua será inevitable. En definitiva, la creación del embalse, en ausencia de una cultura de la sostenibilidad, ahondará la crisis hídrica en la cuenca del Cega y deteriorará sus sistemas ecológicos».

Asimismo, esta organización subraya que el embalse consolidaría la sobreexplotación de los recursos hídricos que actualmente se da en la cuenca del Cega, en vez de resolverla, y provocaría impactos críticos en su patrimonio natural, incluyendo varios espacios de la Red Natura 2000 (Riberas del Cega y Lagunas de Cantalejo).

Este fin de semana, diversos colectivos convocados por la Plataforma ciudadana ‘Sí a las Fuentes del Cega’ y la Red Ambientalista Segoviana (RAS), se han reunido en Aguilafuente,  para analizar el proyecto.

En un comunicado, la RAS afirma que el embalse provocaría la pérdida total de la conectividad fluvial y forestal, fragmentando la tierra de pinares de Segovia, provocando así la interrupción del mejor corredor ecológico de la meseta norte, y que esta construcción, en un entorno tan valioso, no puede verse únicamente sustentada por la justificación de la recarga de ‘El Carracillo’, que el anteproyecto reconoce como sobreexplotado «por un falta total de planificación y control del recurso hídrico», argumentan las organizaciones que integran este colectivo ecologista: Plataforma Si a las Fuentes,  Plataforma No más Mierda (Fuentepelayo), Ecologistas en Acción de Segovia, Red de Semillas de Segovia Asociación Terractua (Nava de la Asunción), Asociación El Espadañal (Cuéllar), Asociación para la Defensa del Aire y el Agua Cega (Muñoveros), Asociación Ecologista Centaurea (El Espinar) y Asociación Cultural El Cega (Mata de Cuellar).