La investigación se inició por el malestar y preocupación de los vecinos de Navalmanzano por varios caballos que estaban sueltos y sin control por el municipio.Los agentes de Guardia Civil de Cuéllar se pusieron en contacto con el Ayuntamiento y los servicios veterinarios de la Junta de Castilla y León para encontrar al dueño. Una vez identificado e investigado el propietario se le incautaron cinco caballos y se le notificaron infracciones administrativas en materia de sanidad e higiene animal, por su estado de abandono y falta de atención, y prevención de medio ambiente. El detenido contaba con antecedentes por hechos similares y se le había retirado el número de explotación. Sin ser el propietario legal de los animales, presentó una denuncia por su sustracción, aportando un documento de identificación de equinos (DIE) falsificado en el que aparecía como titular.