Hace ya tiempo que los segovianos se olvidaron de aquello de ir a Madrid para comer una hamburguesa en el Burger King o en el McDonalds. Hoy cuentan con establecimientos de ambas cadenas, igual que de la mayoría de grandes marcas de distribución. Springfield, Pull & Bear, Bershka, Sfera, Mango, Oysho, Marypaz, Ale-Hop, Decathlon City, Calzedonia, Sportzone, Décimas, Kiko, Dunkin Donuts, o 100 Montaditos –entre muchas otras– están instaladas en Segovia. Algunas más preparan su desembarco, según apunta Diego Palomo, segoviano, consultor de expansión de marcas de Morgan Alliance y buen conocedor de un mercado que facturaba en la provincia 36 millones de euros en 2015, según un informe elaborado por Tormo Franquicias Consulting. ¿Y cuántas de esas compañías que han conseguido extender su negocio y su marca por múltiples ciudades son propiamente segovianas? Pues según Barbadillo y Asociados Consultores, otra empresa especializada en este sector, tan sólo una. En 2013, 2014 y 2015 llegaron a ser dos, pero en los últimos años ha caído a la mitad. Ese dato convierte a Segovia en la provincia de Castilla y León con menos franquicias propias. Por delante se sitúan todas las demás: Soria con dos, Ávila (tres), Zamora (cuatro), Palencia (ocho), Burgos (11), Salamanca (19), Valladolid (19) y León en cabeza con 23.
El Informe Anual de Franquicias de esta consultora –que además edita la Guía de Franquicias de España– posiciona a Segovia a la cola, pero es cierto que existen al menos dos empresas segovianas que han apostado por este modelo de negocio y expansión: Realty Plus, especializada en el sector inmobiliario con 15 franquiciados en cinco Comunidades Autónomas, y la cadena de comida japonesa Sushicatessen, que cuenta con seis locales en cinco ciudades.
En España, el sistema de franquicia genera 28.100 millones de facturación y da empleo a más de 277.000 personas, principalmente en los sectores de la restauración, alimentación y moda, pero la tendencia en Segovia es más a importar franquicias que exportarlas. Y en este sentido, la ciudad figura entre las más atractivas para las marcas, según indica el consultor de Morgan Alliance. «Funciona mejor que otras capitales de su entorno. Diría que ahora mismo está incluso por delante de Salamanca en cuanto a interés de las marcas por instalarse allí», asegura Palomo, que subraya eso sí la importancia de saber diferenciar entre franquicias y compañías que gestionan directamente con sus recursos los establecimientos que abren progresivamente en diferentes ciudades.
La Taberna del Volapié, situada en la Calle Real, sería un ejemplo de franquiciador y franquiciado. Un particular o una sociedad solicitó a la marca ‘Taberna del Volapié’ poder explotar su marca en Segovia y es lo que hace. En cambio Pull & Bear, por ejemplo, está gestionada directamente por el grupo Inditex, que es al que pertenece.
Sea uno u otro el modelo de comercialización elegido, el caso es que las principales zonas comerciales de Segovia han sido tomadas por las grandes marcas al tiempo que el comercio tradicional languidece. Quintanilla echó la persiana recientemente y antes lo hicieron otros muchos negocios históricos del centro de la ciudad: Arana, la Ferretería Los Leones, la juguetería La Infantil, Everest, Chronos... Y enseguida serán más los que pasen por ese trance, obligados por la explosión de los precios de alquiler de los locales.
MAPA. «Ahora mismo las pretensiones de los propietarios en Segovia son demasiado elevadas respecto a la población que hay en la ciudad», concede Palomo, que comparte con El Día de Segovia el mapa de calor de las zonas más demandadas por las marcas que quieren desembarcar: «La Calle Real sería la parte en rojo. Dentro de ella, antes gustaba más el tramo de arriba, el más cercano a la Plaza Mayor, pero últimamente se ha animado más el de abajo por estar allí las oficinas centrales de Bankia. Luego en naranja estaría la zona de la avenida del Acueducto que va desde el Azoguejo hasta La Colonial. Y aquí las marcas prefieren que el local no esté en los soportales sino fuera. Ya más templada sería el resto de la avenida del Acueducto hasta la estación de autobuses y Gobernador Fernández Jiménez».
Esta radiografía corrobora la que realizó este periódico respecto a la situación del eje comercial San Francisco-José Zorrilla. «Está de capa caída por lo que podemos comprobar en nuestra actividad», abunda este consultor. Respecto a las razones del interés en auge de las marcas por el casco histórico de Segovia, Palomo resalta la afluencia masiva de visitantes como principal argumento. «La principal diferencia respecto a Ávila y Soria es que allí se han refugiado en centros comerciales y aquí, en cambio, el Luz de Castilla no es tan grande». Eso sí, advierte de que la Calle Real apenas cuenta ya con locales libres e insiste en que las rentas que solicitan los propietarios «la verdad es que dan un poco de miedo».
Las franquicias propiamente segovianas están fuera de ese eje. Mientras que Realty Plus desarrolla su actividad en la avenida del Acueducto –en el tramo más cercano a la estación de autobuses–, Sushicatessen está junto a la rotonda de los Bomberos. Representan la resistencia frente a la tendencia existente en Segovia de importar franquicias en lugar de exportarlas.