Todo y sin salir de casa

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Samuel Alonso, teniente de alcalde del Real Sitio de San Ildefonso.

Samuel Alonso, en la asociación Adisil. - Foto: Rosa Blanco

Samuel Alonso Llorente  (La Granja, 1980) compaginó los estudios de Magisterio trabajando de albañil en la empresa familiar. Con 23 años, montó la Academia de Estudios ‘La Granja. SyR’, llevando el negocio y con alumnos de 3 a 80 años. Es maestro de Educación Primaria y lleva dos años en la provincia de Segovia, tras un periodo en la Comunidad de Madrid. Actividad que compagina con la responsabilidad de ser concejal. Es padre de «dos maravillas» de uno y tres años y marido de «la mujer de mi vida».

1. Bares y Restaurantes de La Granja. Un título genérico para poder dar cabida a todos y cada uno de los  establecimientos de La Granja en los que se junta con todos los amigos desde los 17 ó 18 años. No puede negar que lo han pasado muy bien durante muchos años.

2. Las tiendas de chucherías. Un recuerdo y reconocimiento a los propietarios de las tiendas de gominolas a las que iban cuando eran pequeñas: Nubes, Isa, Maruja, ... porque todas y cada una de ella le traen buenos recuerdos de la infancia. Junto a sus amigos, comprando  ‘Apetinas’, peonzas o cromos, y una reflexión:«Nos reíamos mucho con muy poco». 

3. Los Jardines del Palacio Real de La Granja. El placer de poder pasear por estos jardines reales y enseñárselos a la gente que les visita. En definitiva poder «chulear» de tener los Jardines más hermosos del mundo porque está absolutamente convencido de que tiene la suerte de vivir en lugar único y los jardines del Palacio Real son una muestra perfecta de ello.

4. La calle Melancolía Baja, en La Granja. Muy cercana del  recinto palaciego, ya que Melancolía Baja y Melancolía Alta, se encuentran, precisamente,  junto a una parte de los jardines que recibe el nombre de Bosquete de la Melancolía. En Melancolía baja pasó nada más y nada menos que los primeros veinte años de su vida. Dos décadas cargadas de momentos inolvidables con su familia, amigos y vecinos.

5. Las Pesquerías Reales del Real Sitio de San Ildefonso. En pocas palabras, es un lugar único. Recuerdos muy nítidos de estar bañándose en El Trampolín o Las Termópilas. Pasar días enteros en el río con la familia y los amigos, en la Presa del Salto del Olvido, que está llegando a Los Asientos. En su opinión, es uno de los lugares naturales «más alucinantes del mundo». 

6. Las calles de La Granja. Las aceras y calzadas de La Granja evocan sus años de infancia, jugando y viviendo la calle, en el buen sentido de la expresión. Cree que esto es algo que se ha perdido en la actualidad y  una de las causas del cambio en la sociedad que estamos viviendo. Los niños ya no disfrutan en la calle como los hacía las anteriores generaciones. 

7. Los espacios artísticos y culturales. Le parece realmente interesante cualquier espacio cultural porque disfruta y valora todo lo que está relacionado con el arte. Hace pocas fechas tuvo la ocasión de conocer el espacio Tabakalera, situado en la ciudad de San Sebastián, y le encantó todo el concepto de este centro internacional de cultura contemporánea. En Madrid, citas imprescindibles el Museo del Prado y el ‘Reina Sofía’. Es más cercano pero también todo un imprescindible: La Real Fábrica de Cristales de La Granja. 

8. Explorar los Montes de Valsaín.  Tiene muy a mano encontrar lugares donde evadirse y desconectar en plena naturaleza. Para perderse recomienda salirse un poco de cualquier senda de los Montes de Valsaín.  

9. Entre amigos.  Siendo natural de La Granja de San Ildefonso tiene claro que es su lugar favorito de la provincia de Segovia. Estar con sus paisanos, conocer sus proyectos e ilusiones, como primer teniente alcalde y concejal del consistorio granjeño.  

10. Plazas singulares. Cualquiera de las plazuelas de La Granja están cargadas de historia. Es un proyecto pendiente de potenciar, pero ahí están la Plaza de la Cebada, la del Gallo, la del Matadero o la de los Dolores. Cada una con su encanto y razón de ser, lo que es imprime una personalidad única, como la tienen los espacios naturales.