El convenio afecta a los usos y protección del Seminario: mantiene la protección integral para la parte que es BIC, el antiguo convento jesuíta, pero no para el resto de dependencias (Residencia Sacerdotal, Casa Espiritual y oficinas), que pasan a tener protección estructural, que permite cambiar la distribución interior. Se cambia el uso cultural a servicios comunitarios. El acuerdo incluye habilitar un paso desde la Huerta del Seminario a la muralla en la zona del Postigo, para que pueda ser visitable, la recuperación de volúmenes preexistentes en un lateral de la iglesia de Santa Eulalia, para evitar filtraciones de agua y la cesión al Ayuntamiento de la parcela de la pista de juegos autóctonos de la calle Coronel Rexach (a día de hoy todavía propiedad de la diócesis), que pasa a titularidad municipal a cambio de la cesión de derechos urbanísticos en un nuevo sector, en el barrio de San Lorenzo.