Los nuevos buses arrancarán en abril con cambios de líneas

D. A.
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Avanza introducirá todas las novedades a la vez. Los vehículos tendrán wifi, recarga de móviles, megafonía y paneles para informar de los pasos por parada e incluso pantallas con canal propio de información y entretenimiento

Los nuevos buses arrancarán en abril con cambios de líneas

Con fecha 1 de abril arrancará el nuevo servicio de transporte urbano de Segovia, readjudicado al Grupo Avanza (ahora a través de su empresa Corporación Española de Transporte en lugar de Urbanos de Segovia), para poner fin a un polémico retraso en la renovación de la contrata que para entonces ya será de casi tres años (33 meses). Todo ese tiempo se ha estirado la vida útil de buena parte de la flota actual por la demora en la elaboración del pliego de condiciones del concurso y su posterior resolución, hasta el punto de que 8 de los 27 autobuses que aún están activos ya llevan catorce años en ruta y otros ocho ya cumplieron los diez, que es el tope que se ha fijado ahora para la sustitución obligatoria de cualquier vehículo. En total, 16 unidades sobradamente amortizadas que por fin saldrán de las calles de Segovia, a la vez que se cambian los trayectos de líneas clave como la 4 y la 5, entre otras.

En poco más de dos meses, por tanto, el contraste será más que evidente. Empezarán a dejarse atrás imágenes de conductores cerrando puertas con un palo, de puertas que se abren a medias, lunas rotas de lenta reparación, ruedas que no siempre se han renovado con la frecuencia esperada, problemas de climatización y potencia, una ratio de averías que ha ido a más… Todo eso será historia y se dará paso a un transporte urbano con 18 de sus 28 autobuses a estrenar y novedosas prestaciones tecnológicas que darán que hablar; en teoría, para bien.

«Todos sabemos que los autobuses han llegado al final de su vida muy castigados», admitía el pasado miércoles el director general del Grupo Avanza, Valentín Alonso, minutos después de firmar el nuevo contrato con la alcaldesa, Clara Luquero. La concesión es por diez años con un coste de 45.260.000 euros (4,52 millones por ejercicio), y su definitiva puesta en marcha se va a producir con un notable recorte en el periodo transitorio previsto inicialmente entre el viejo y el nuevo servicio. 

El Ayuntamiento estableció en el pliego de condiciones del concurso que los cambios se podrían implementar en un plazo máximo de siete meses a partir de la firma del contrato, y Avanza se ha comprometido a hacerlo en menos de tres para que estén el citado 1 de abril, fecha que ha generado suspicacias en el ámbito político porque hace ya más de dos años que los grupos de la oposición vaticinaron que el estreno tendría lugar cerca de las elecciones (26 de mayo). 

El último episodio al respecto lo protagonizó Centrados en Segovia al publicar el martes en su cuenta de Facebook fotos de autobuses nuevos en el concesionario de Mercedes-Benz de Segovia: «¿No estarían mejor circulando? ¿O esperamos un poco más, hasta la campaña electoral?», ironizaba en un mensaje. Preguntado por la prensa, el director general de Avanza argumentó que «no se trata de construir los autobuses y traerlos», sino que Mercedes aún debe instalarles los nuevos equipamientos tecnológicos, «traer sistemas que son suministrados por otras marcas, hacer todas las pruebas in situ… y eso va a llevar seguro tres meses». «Que no quede ninguna duda», añadió Luquero. «Si pudiéramos tener todos los sistemas tecnológicos ya, yo los quiero funcionando la semana que viene. Pero hay que ser realistas, tienen un tiempo por contrato y además hay que incorporar todos los avances tecnológicos, que son muchos», reiteró.

NOVEDADES. Los tamaños de los nuevos autobuses no cambian con respecto a los actuales: once son de 10,6 metros (midibuses) para las líneas ordinarias; cinco de 12 metros para las conexiones con la estación del AVE, y dos de 7,7 (microbuses) para callejear por el casco histórico. Son más potentes y de construcción integral (chasis y carrozado del mismo proveedor) para ganar solidez. Y también más accesibles, al estar dotados de doble rampa de acceso: una motorizada y una manual abatible. Convivirán con cinco unidades que están servicio desde junio de 2014 y otras cinco de marzo de 2015. 

Saltará a la vista el cambio por la renovación de la imagen externa de los vehículos, más llamativa en el caso de los que van al AVE, pero el salto será mayor de puertas adentro. Nada más subir, por la posibilidad de pagar con la tarjeta sin contacto que ya funciona en otras ciudades, pero no en ésta, donde también se podrá pagar con el móvil. 

Una vez dentro, llamará la atención la emisión por pantallas TFT de un canal propio que básicamente ofrecerá noticias, información de servicio público y publicidad. Un panel led dará información de las próximas paradas, igual que un sistema de megafonía al acercarse el bus a cada parada y que los invidentes podrán activar con los mandos que suele repartir la ONCE; y habrá wifi gratis y conexiones USB para la recarga de móviles. 

A distancia, el usuario también tendrá a su alcance información en tiempo real sobre las previsiones de paso por parada a través de la web de la empresa y una nueva app, así como por paneles electrónicos en las 18 principales paradas.

En materia de seguridad vial, los vehículos llevarán un sistema de medición de alcohol con inmovilizador. El conductor deberá hacerse la prueba para poder arrancar y si da un nivel alto, el arranque se bloqueará.

De otras ventajas se beneficiará el usuario de manera indirecta, por avances tecnológicos a nivel operativo que deberían elevar la puntualidad y eficiencia del servicio. El nuevo Sistema de Ayuda a la Navegación permitirá tener toda la flota localizada por GPS y conectada a la central de la empresa y al servicio gestor del Ayuntamiento. Así se controlarán por ejemplo los pasos por cada parada, por si toca subir o bajar velocidad para reajustar tiempos sobre la marcha, mientras otra herramienta tecnológica se encargará del conteo de pasajeros, midiendo así la demanda de cada línea en cada punto de su itinerario.

En cuanto a la plantilla, el control de calidad del servicio se elevará al pasar de uno a tres inspectores y habrá también un tercer mecánico que permitirá disponer de turno de noche de mantenimiento.

«El transporte se verá muy mejorado», resumía Luquero el miércoles. «Me atrevo a decir que será de los mejores servicios de nuestro país en cuanto a ciudades de tamaño similar, y merece la pena el esfuerzo por el número de usuarios que tiene», unos 3,3 millones de demanda anual acumulada que, según Avanza, equivalen a un uso diario por parte del 20% de la población, aproximadamente. Así que ahora el reto es mejorar esas cifras, con un récord de 3.539.000 en 2009 a batir en esta nueva contrata que se irá hasta 2029… o más si hay prórroga.

 

CAMBIOS EN LAS LÍNEAS. En cuanto a la reordenación de líneas, en total habrá 12 más la del Búho. Desaparecerá la 14 (Colón-Biblioteca) al fusionarse con la 7 (Artillería-Hontoria) y seguirán igual las líneas 1 (San José), 2 (San Lorenzo), 3 (El Carmen), 6 (La Fuentecilla-Salón), 11, 12 y Búho. El itinerario de la 5 será más largo para dar servicio al barrio de Ciudad y Tierra, aunque esta línea y la 4 tendrán un bus más cada una para coordinarse mejor y reducir frecuencias. La 8 se divide en dos para acabar con el desconcierto que de alternar dos itinerarios según la hora, de modo que la 8 hará Hontoria-Puente Hierro-Colón y la 9, Puente Hierro-Plaza Artillería. 

Respecto a la actual línea 9, la que callejea por el casco histórico, llegó a sumar 23.137 viajeros en 2011, cuando todavía funcionaba con un minibús eléctrico al que las averías le pasaron factura. En 2016 se quedó ya en 7.643 viajeros y en los últimos años ha malvivido con apenas unas decenas de viajeros por jornada. Ahora, sin embargo, lejos de eliminarse, se reinventará como línea 10, en lugar de 9, e incluirá un nuevo itinerario que se amplía hacia zonas que pueden generar más demanda, como San Lorenzo e IE University.