El primer cartel de Muces que firma una mujer

David Aso
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Paula Bonet ilustra el de este año después de doce ediciones con carteles firmados por hombres

Paula Bonet (Vila-Real, Castellón, 1980) sobrelleva los micromachismos como tantas otras mujeres en su vida y sus carreras, aunque en su caso a veces acaban estampados con la misma fuerza que su arte como pintora, escritora e ilustradora.Su primer gran impacto mediático lo tuvo en 2013 por el cartel que creó para un festival de mediometrajes de Valencia: se editaron 3.000 y la mayoría desapareció de las calles porque la gente se los llevaba a casa; pero a cambio, tal y como relata, se llevó el «bofetón» de un «titular misógino» en un medio nacional que se hizo viral: «Todos quieren el conejo blanco de Paula Bonet», en desacertada alusión a una liebre que salía en el cartel y evocaba la de Alicia en el país de las maravillas.

Con los años, impulsada también por su creciente prestigio como una de las ilustradoras más pujantes, ha asumido el papel de artista comprometida con la igualdad: ella es la autora del cartel de la última feria del libro de Madrid, donde homenajea con trazos simbólicos a escritoras de la literatura universal y denuncia el silencio al que fueron relegadas en la Historia. Y ahora se convierte en la primera mujer que firma un cartel de la Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia (Muces). Ha habido que esperar a la edición número 13, que tendrá lugar del 14 al 20 de noviembre. 

Lo presentaron este jueves con Bonet la alcaldesa, Clara Luquero, la concejala de Cultura, Marifé Santiago, y el director del festival, Eliseo de Pablos, quien valoró la calidad de la artista por encima de su género. «Conste que en el equipo de Muces las mujeres son mayoría», añadió, y ahí Bonet sugirió tomar la palabra para reseñar, sin acritud porque la cosa no iba contra la muestra segoviana ni mucho menos, que «sucede siempre que en los equipos son mayoría las mujeres y las caras visibles, mayoritariamente de hombres».

El cartel de cada año surge por encargo de Muces a un autor o autora. Sale por «poco más de 2.000 euros», según De Pablos, y una edición más va sobrado de calidad: cine y pintura dialogan al representarse el rostro de un espectador que parece deshacerse, o reconstruirse, como si estuviera en pleno proceso de fusión con la imagen de una pantalla de cine que se intuye fuera del marco.

¿Y así sortea Bonet otra pequeña barrera de la «estructura patriarcal» que también ella denuncia? Tal vez, aunque los titulares complicados siguen ahí: «Aitor Saraiba y Paula Bonet hacen un trío con Roberto Bolaño», podía leerse hace sólo unos días por un libro que firman los dos primeros en homenaje al tercero. ¿Otro micromachismo?, ¿o hipersensibilidad de quien lo lee? El debate no cesa.