La UE denuncia sobrecostes y falta de pasajeros del AVE

SPC
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El Tribunal de Cuentas europeo publica un demoledor informe sobre la Alta Velocidad, en el que asegura España es el país que más fondos ha recibido, con 11.200 millones de euros

El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea publicó ayer un demoledor informe sobre la gestión de la red ferroviaria de Alta Velocidad europea en el que denunció la falta de pasajeros en algunas de las líneas y sobrecostes en las obras, así como que los trenes circulan en algunos casos a una velocidad muy inferior a la prevista en sus proyectos. 

Los auditores europeos visitaron España, Francia, Italia, Alemania, Portugal y Austria para analizar el gasto en más de 5.000 kilómetros de líneas de Alta Velocidad, lo que representa alrededor del 50% del total del bloque comunitario. Su principal conclusión fue que, aunque «la longitud de las redes nacionales de ferrocarril más tecnológicas está en crecimiento, no se alcanzará el objetivo de triplicar la longitud hasta los 30.000 kilómetros en 2030». 

En concreto, el documento analizó 10 vías de Alta Velocidad (entre las que se encuentran el Eje Atlántico gallego y las de Madrid-León, Madrid-Barcelona-frontera francesa y Madrid-Galicia) y cuatro interconexiones transfronterizas (entre ellas, Madrid-Lisboa, Figueras-Perpiñán y la Y vasca). 

El documento resaltó que España es el Estado miembro que ha recibido más fondos de la UE para invertir en redes ferroviarias de Alta Velocidad, con 11.200 millones de euros desde el año 2000 hasta 2017. Esto representa el 47% de los 23.700 millones que la UE desembolsó a todos los países en el mismo período. 

A nivel general, los auditores detectaron que los análisis coste-beneficio «no se usaron adecuadamente» y que «la decisión de construir estas infraestructuras se basó habitualmente en consideraciones políticas». «En España la mayoría de los informes tienen ratios coste-beneficio muy bajos y algunos no eran viables desde una perspectiva socioeconómica», señalaron. 

Además, dos proyectos, el Eje Atlántico y Madrid-León, registraron un número de pasajeros bastante inferior al umbral de nueve millones (o seis en su primer año de funcionamiento) que establece la UE para que sean viables. Si se tiene en cuenta el nivel de «pasajeros potenciales» en cada área, el informe denunció que las inversiones tampoco serán rentables en las líneas Figueras-Perpiñán y en la Y vasca. 

En relación a los sobrecostes, la línea Madrid-Barcelona-frontera francesa es la que más se desvió entre las españolas con respecto a su presupuesto original (un 38,5%, hasta los 12.109 millones de euros), seguida de Madrid-León (un 33,3%) y el Eje Altántico (un 26,3%). 

No obstante, el mayor desvío presupuestario entre las líneas auditadas correspondió a la conexión Stuttgart-Múnich, cuyo presupuesto original fue de 1.800 millones, se disparó un 622% hasta los 13.273 millones y aún está sin terminar.