"La salud de las empresas segovianas ha ido mejorando"

Aurelio Martín
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Entrevista al presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Segovia

El empresario Pedro Palomo ha sido proclamado presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Segovia, cargo que ostentaba desde 2012, tras encabezar la única candidatura que se presentó para iniciar un nuevo rumbo que lleve a esta institución pública a conseguir mejorar las condiciones socioeconómicas de las empresas segovianas, desde las grandes a pymes y autónomos. En este entrevista habla de la situación económica, así como de los retos y de la esperanza que supone para el sector la aprobación de la nueva Ley de Cámaras de Castilla y León.  

Acaba de ser reelegido presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Segovia, cargo que ostenta desde hace seis años ¿qué le ha llevado a repetir en un momento que no es muy favorable para esta organización? 

Lo pensé mucho, accedí a la presidencia en medio del mandato de Carlos Tejedor, en 2012, cuando ocupaba la vicepresidencia primera. Es una nueva etapa, se ha reducido la composición del pleno, vivimos un momento completamente distinto a los anteriores. He dado el paso adelante porque creo que la Cámara puede hacer una magnífica labor de apoyo a los empresarios de Segovia y porque es una institución centenaria. Encabezar esta candidatura es un reto, hay incertidumbres de futuro y estamos ahí para ayudar a las empresas a que sean más competitivas, sobre todo.

Ha contado con el apoyo del cien por cien del pleno y sin rival, ¿hay pocos empresarios que se atrevan a lanzarse a liderar esta corporación?

Cuando se abrió el proceso electoral fueron las patronales y los diferentes sectores empresariales segovianos quienes me propusieron encabezar la candidatura, de hecho no tenía pensado hacerlo.   Podía haber sido cualquier otro empresario, hay personas muy preparadas, emprendedoras, que podían haber tirado de este carro. Es verdad que hay que dar el paso hacia adelante, no he encontrado rivales, pero podría haber sido elegido presidente cualquier miembro del pleno. La reducción del número de miembros es una cuestión legal, nosotros somos instituciones públicas, estamos regulados por una ley nacional, la de 2014, y por la autonómica, que se tramita ahora en las Cortes regionales, a diferencia de las asociaciones empresariales, que son privadas. El plenario se redujo a 15 más tres que serían representantes de empresas destacadas de Segovia, pendientes de entrar en un próximo proceso de incorporación. 

En Segovia existen unas 12.000 empresas, por lo que respecta al área del comercio tradicional se le ve languidecer ¿qué va a ocurrir?

El comercio de proximidad está sufriendo una transformación grandísima debido a cambio de hábitos de vida y por la irrupción de las tecnologías digitales, que modifica los hábitos de compra. Entendemos que este comercio da calidad añadida a los ciudadanos y por este motivo hay que mantenerlo, aunque deben ser competitivos. Uno de los proyectos de la Cámara de Segovia junto con la Dirección General de Comercio de Castilla y León es llevar a cabo el diagnóstico de los comercios de Segovia, les hacemos un estudio para ver en qué área se puede mejorar la competitividad y sobre todo la supervivencia.  Hacen una función social.

Pero no negará que la tendencia es a desaparecer, además, deben pagar unos alquileres muy altos que, a veces, solo soportan algunas franquicias…

No sé si desaparecerá, pero se debe transformar y actualizar a los gustos y a la demanda de los consumidores. Todos los sectores sufren una transformación impresionante pero solo sobrevivirán aquellos que sean capaces de evolucionar o adaptarse a los cambios. Segovia es una ciudad de servicios, cada vez hay más turismo, siempre he defendido que, si tenemos comercio de calidad, evitaríamos el que se salga a comprar fuera, además de atraer a quien viene de visita turística. Para eso hay que estar adaptado al momento. En países como Estados Unidos,  quizá más desregulado en el tema del comercio, incluso en algunos de nuestros vecinos europeos, hay una apertura de horario mucho más flexible que la nuestra. Cuando en Segovia hay avalanchas de miles de personas, un día festivo, se ven muchos comercios cerrados, luego resulta que, a los dos o tres días, con un frío invernal, sin nadie en la calle, están abiertos. El comercio debe adaptarse a la demanda, tiene que haber una evolución porque solo de esta manera, también las empresas, se puede sobrevivir.

También fueron reacios a adaptarse al horario de carga y descarga porque les obligaba a abrir antes…

Se trataba de conciliar el tráfico con la presencia de turistas en las calles céntricas lo que ha ocasionado un trastorno muy grande a los comercios, lo pusimos en conocimiento de la Alcaldía y hubo polémica. Al final nos hemos ido acostumbrado a ello todas las empresas… Somos conscientes de que el modelo tiene que ser de una ciudad atractiva para el turismo, cómoda, accesible y bien señalizada,  pero la Administración también debe ser sensible en sus medidas para que la actividad comercial pueda convivir con el turismo y los vecinos.

Hemos hablado del número de empresas, ¿pero cual es su salud económica?

La salud ha ido mejorando en los últimos dos años, aunque vemos algunas señales claras de desaceleración claras. La mayor parte de las empresas de Segovia son pymes, autónomos y diría que, aproximadamente el 50%, está en pérdidas, los resultados han sido negativos, cifras que tienden en aumento a beneficio en los últimos meses. En general, la salud es buena porque se va corrigiendo esa tendencia, aumenta el empleo,  afortunadamente el índice de paro se ha reducido de forma importante, se han creado nuevas empresas,  es superior el número de sociedades que se crean al de las que cierran, también sube el número de autónomos y emprendedores... Además, hay unas ventajas competitivas que no tienen otras provincias de Castilla y León, como la comunicación con Madrid, cercanía, acceso, somos la puerta de entrada a la Comunidad autónoma, eso nos beneficia porque cada vez hay más relaciones.

¿Cuáles son los retos que se plantean los nuevos dirigentes de la Cámara de Comercio para allanar el camino a las empresas?

Mis ejes transversales en este mandato se basan en la mejora de la competitividad de las empresas, eso se debe hacer con innovación, la empresa que no sea capaz de innovar va a desaparecer,  innovar no es una opción, es una obligación del empresario. Eso abarca a todos, desde grandes compañías a pymes y autónomos. Esto está estrechamente vinculado a la revolución digital, es fundamental que las empresas estén ahí. Por otro lado, desde hace décadas, las Cámaras de Comercio son pioneras en la internacionalización, vamos a continuar en la línea de ayudar y formar a muchas empresas a salir a los mercados exteriores. No obstante, el reto que tiene Segovia pasa por adaptar a las empresas al cambio social y económico que estamos  viviendo, es como un tsunami pero que no vemos porque estamos dentro, es una cuarta revolución industrial mucho más profunda que las anteriores. Todavía no se han inventado las nuevas carreras del futuro. No se sabe lo que tendrán que estudiar las siguientes generaciones para adaptarse a las profesiones, quizá robótica, inteligencia artificial, comunidades virtuales… Segovia ha sido un crisol de culturas, durante siglos,  aquí han convivido varias culturas diferentes y tenemos que seguir innovando, mejorando y aprovechando todas las sinergias, para ser competitivos, crear empleo y que esto funcione.

Al hablar de tecnología hay que mencionar al polémico proyecto municipal del CAT ¿tiene confianza en que pueda dar buenos resultados a las empresas?

Es un proyecto que debe tener una solución, es un edificio inacabado pero que pueda albergar emprendedores y empresas digitales. Desde la Cámara de Comercio apoyamos que eso tenga una utilidad para todos, debe ser así. Venimos de tiempos pasados diferentes, la realidad actual es que el CAT puede ser punta de lanza para proyectos digitales, empresas innovadoras que vengan de Madrid porque les damos todas las facilidades... La Administración local está en ello, cuenta con nuestro apoyo y es obligación de todas las instituciones tanto públicas como empresariales buscar una solución al CAT que sea definitiva y que aporte valor a Segovia.

¿En qué medida afecta inversión y al desarrollo de proyectos la disputa entre partidos y el clima electoral próximo?

Mucho, sin duda, el periodo de incertidumbre que estamos viviendo, y por el que hemos pasado en otras épocas, provoca un retraimiento de la inversión. Ya hemos visto que ha salido fuera una gran cantidad de inversión. Lo que queremos los empresarios es estabilidad en lo político porque eso lleva aparejado estabilidad económica. A nivel municipal ocurriría lo mismo. Un gobierno fuerte, sea local, autonómico o nacional, hace que se despejen incertidumbres. Si una empresa tiene que hacer una inversión y no ve claro el entorno, posiblemente decida o no hacerla, o retrasarla o llevarla a otra provincia o a otro país.  Es fundamental que haya estabilidad política. Además, hay todavía reformas pendientes que son necesarias para modernizar este país, para los próximos cincuenta años, desde la de la educación a la de la justicia. La reforma educativa es imprescindible, estamos viendo que no funciona bien el sistema que tenemos, que podríamos mejorar, y para eso se necesita el acuerdo de los grandes partidos. Si están en disputa electoral permanentemente es difícil que se produzcan estos acuerdos, a largo plazo. Hay un gran retraso, quizá por la situación política española, los problemas territoriales… Eso no nos beneficia porque no conseguiremos conformar un país moderno.

Hablando de internacionalización, la balanza comercial es positiva, las exportaciones desde Segovia, entre enero y julio, alcanzaron los 186,6 millones de euros, frente a 143,3 millones de productos importados ¿está mejorando esta actividad en la provincia?

Uno de los pilares de las Cámaras de Comercio es la internacionalización de las empresas, en estos años anteriores, afortunadamente,  quien ha salido fuera ha sabido competir bien, incluso crear más inversión y puestos de trabajo.  En Segovia es una de las tareas que tenemos pendientes, quizá haya pocas empresas grandes, que son las más internacionalizadas, pero esto hay que llevarlo más allá, a las pymes. Uno de los retos que tenemos es la digitalización y la internacionalización de las pymes porque las empresas grandes pueden hacer de cabezas tractoras.  No solo me refiero a exportación sino a internacionalización, por ejemplo hablo de comprar los imput para producir en el extranjero o que una empresa local en un pueblo de Segovia, donde debe contar con acceso a banda ancha como cualquier empresa en un polígono industrial de Madrid,  pueda saltar a otros mercados o mejorar procesos con conocimientos. El tema internacional es fundamental, todavía tenemos mucho que hacer, hay empresas nuevas en Segovia que van a aportar un PIB con un componente alto de exportación, y eso es buena noticia, pero nos queda un un largo recorrido.

¿Qué espera de la nueva Ley de Cámaras de Comercio de Castilla y León?

Es pionera en España. Siendo instituciones públicas, de la noche a la mañana, la Administración nos dijo que nos quitaba la financiación al cien por cien, en la época del presidente Rodríguez Zapatero, en 2010, pero debíamos de continuar desarrollando funciones. En Castilla y León, con un consenso prácticamente total de todas las Cámaras de Comercio,  se trabaja en una ley que va a regular el futuro de estas organizaciones y con una financiación estable, dependiendo de las encomiendas y de su papel público, tal y como apuntó tras mi elección la directora general de Comercio y Consumo de la Junta de Castilla y León, Irene Núñez.  Está en trámite parlamentario, se acabará a finales de octubre, por lo que esperamos que se apruebe antes de que concluya el año. Será un antes y un después porque hemos estado en un vacío normativo, en un periodo transitorio que se ha alargado mucho en el tiempo, que hemos aprovechado en Segovia para hacer una Cámara sostenible en gastos e ingresos. Con esta ley vemos el futuro con optimismo y con la regulación que necesitábamos.