Ha sido una de las semanas más amargas para Pedro Sánchez apenas cumplidos los 100 días desde su toma de posesión. Las dudas sembradas sobre el trabajo de fin de máster de la ya exministra de Sanidad Carmen Montón acabaron propiciando su caída escasas horas después de que el presidente le mostrara su apoyo públicamente.

Para evitar que continúen las especulaciones sobre el presunto plagio de la tesis que le dio el doctorado, el Ejecutivo quiso dar por zanjado ayer el asunto con su publicación tras haber pasado «ampliamente» el filtro de dos programas informáticos antiplagio. En uno de ellos llamado Turnitin, el utilizado por la Universidad de Oxford, ofreció un 13 por ciento de coincidencias -admite hasta un 24 para considerarlo un trabajo original-, mientras que el otro, Plagscan, arrojó tan solo un 0,96 por ciento. Coincidencias que, en todo caso, responden a «las citas y referencias obligadas en la elaboración de cualquier documento de investigación», afirmaron desde el Gabinete central.  

Es por eso que la portavoz, Isabel Celáa, aseguró que el jefe del Ejecutivo se encuentra «muy fuerte y firme» a pesar de una semana en la que su tesis ha servido de munición a Cs y PP. «Tiene la profunda convicción de que todo su caso ha sido para montar ruido y abatir al Gobierno», pronunció la vasca, vertiendo la responsabilidad en la estrategia «con una sola voz» que han llevado PP y Cs, por lo que no dudó en afirmar que «lo que toca ahora es que pidan perdón».