Las estaciones de servicio se preparan para uno de esos cambios de nomenclatura de los combustibles que se convierten en historia, igual que cuando a finales de los años 90 irrumpieron las ‘sin plomo’ para, una década después, dar carpetazo a la emblemática ‘súper’. Ahora no cambian tanto los carburantes en sí mismos, sino su denominación, de tal modo que desde el viernes, la gasolina será E5 y E10, y el gasóleo, B7. Con matices y en función de las marcas, eso sí...

En Segovia, entre estaciones de servicio convencionales, las ‘low cost’ y las que forman parte de una cooperativa (agraria o de transporte), hay alrededor de setenta gasolineras pendientes de una reforma que les viene dada por la Unión Europea, en un intento por homogeneizar las denominaciones que se da a los combustibles en los 28 países miembros. Desde la patronal, se recuerda que en los surtidores va a continuar el nombre antiguo junto a la nueva nomenclatura y están tranquilos porque el cambio se lleva sin traumas: «No tiene mucha complicación. Simplemente es poner unas pegatinas con la identificación que se exige. Parece lógico que si estamos dentro de Europa cumplamos con lo que se decide», explica el presidente de la Asociación Segoviana de Estaciones de Servicio, Luis Miguel González, quien detalla que ya han recibido las pegatinas «y la mayoría ya las hemos puesto».

Todas las estaciones de servicio las recibirán de forma gratuita. «La única cuestión es que no va a haber gasolineras que tengan toda la gama de productos porque no tenemos espacio para tantas mangueras y surtidores como sería necesario. Cada uno venderá la que distribuya habitualmente su marca», apunta González en conversación con El Día de Segovia.

equivalencias. Dos de las marcas del mercado, Repsol y Cepsa, han difundido las equivalencias que habrá en sus surtidores. De este modo, tanto la gasolina Efitec 95 (la sin plomo 95 de Repsol) como la Efitec 98 serán E10. El gasóleo de la multinacional, tanto el llamado Diésel e+ (el normal) como el e+10 (el mejorado) serán etiquetados en las estaciones de servicio como B7, al contar con un 7% de biodiésel en su composición.

En Cepsa, en cambio, habrá dos tipos de gasolinas para sus tres ‘marcas’, ya que la E5 será para las dos sin plomo 95 que comercializa (la Star y la Óptima), mientras que la E10 se reserva para la llamada Óptima 98. En gasóleo, los dos tipos de diésel de Cepsa (Star y Óptima) serán también B7.

Los cambios de denominación que entran en vigor el próximo viernes se enmarcan dentro de la apuesta europea por ir hacia unos combustibles sostenibles y menos contaminantes. Todo está recogido dentro de la Directiva 2014/94/UE para la implantación de una infraestructura para todos esos combustibles alternativos, que estandarice la nomenclatura en toda la Unión, en los vehículos que salgan al mercado a partir de esa fecha y en los surtidores de las estaciones de servicio.

¿y los coches? La normativa que exige el nuevo etiquetado en los surtidores no lo hace extensivo a los vehículos ya matriculados, sino que solo estarán obligados a portar la pegatina con la nomenclatura nueva aquellos que salgan del concesionario a partir del viernes. La pegatina que identifica el tipo de combustible que puede repostar estará situada en la puerta de la bocana del depósito.

Las gasolinas se van a empezar a identificar a través de un círculo y la letra E, que irá acompañada por hasta tres códigos: E5 para aquella gasolina que contenga un 5% de etanol; E10 si el porcentaje de ese componente se va hasta el 10%; y E85, en caso de ser del 85%.

Los gasóleos serán el cuadrado y la letra B. Llevarán un 7 en caso de que el porcentaje de biodiésel sea del 7% y un 10 cuando llegue al 10%, mientras que el código XTL dominará el cuadrado en aquellos productos de los llamados diésel sintéticos, que son los parafínicos, elaborados a partir de material fósil o renovable.

El nuevo etiquetado se completa con los rombos de los distintos tipos de gases: H2, para los vehículos que funcionen con hidrógeno; CNG, para aquellos que usen gas natural comprimido; LPG, para los que funcionan con el gas licuado del petróleo (o ‘autogás’); y LNG, para el gas natural licuado.