Nuevos proyectos: ¿el fin del paro en industria?

Nacho Sáez
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La llegada de Drylock, Lonypack y Bioammo anuncia casi medio millar de nuevos puestos de trabajo. El desempleo en el sector industrial es de 475 personas.

Desde el cierre de La Choricera en 2009, dos han sido las principales empresas que han liderado la tarea de tirar del carro del empleo en Segovia: Verescence (antes llamada SGD) y Ontex. Aunque otras como la compañía familiar Octaviano Palomo, Grupo Copese, el Grupo Siro, Bezoya o Pallets Tama también han contribuido a elevar la pujanza de la economía provincial, los segovianos se han acostumbrado a observar a Ontex y Verescence como los espacios de referencia para la búsqueda de oportunidades laborales. Todo ello sin que ni la cercanía respecto a Madrid, la llegada del AVE ni por supuesto las bonanzas prometidas en torno al Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT) hubieran influido a la hora de aportar una mayor dinamización a nuestro tejido empresarial. Hasta la llegada de este 2018.

Sólo el tiempo dirá si Segovia se encuentra en el inicio de una ‘edad de oro’ para el empleo, pero afronta uno de los momentos más importantes y trascendentes de las últimas décadas. Hasta tres proyectos industriales de cierto calado han depositado sus ojos en la provincia en los últimos meses con la firme intención de poner en marcha actividades productivas. Se trata de las iniciativas para abrir sedes en esta tierra de Drylock Technologies, Bioammo y Lonypack Global. Más conocidas de momento las dos primeras que la última, especializada en la preparación, porcionado, loncheado y envasado a terceros de productos cárnicos que ya trabaja para construir una planta en el Polígono Industrial de Villacastín. En sus planes se encuentra crear alrededor de 150 empleos –según el alcalde de Villacastín, Jesús Grande–, que unidos a los 120 y 200 que han prometido Drylock Technologies y Bioammo, respectivamente, podrían dotar a Segovia de cerca de 500 nuevos puestos de trabajo en el plazo de tres o cuatro años.

Será como contar de pronto con un nuevo Verescence (a finales del pasado año 2017 contaba con alrededor de 460 empleados) o un hermano mayor para Ontex, que facilita el desempeño profesional a unas 330 personas. «El futuro parece alentador. Entre los trabajos que puedan generar estas empresas y los acuerdos que hemos firmado, como el Plan de Empleo Autonómico, que intentamos trasladar al Ayuntamiento y a la Diputación, podríamos alcanzar unos números bastante positivos. Tener 1.000 parados menos sería muy importante», subraya el secretario provincial de Comisiones Obreras (CCOO), Álex Blázquez.

El paro marcó en mayo su séptimo mes consecutivo de bajada en Segovia y se situó en 7.090 personas. Una cifra, esta última, que constituye el mejor dato en este ámbito desde diciembre de 2008. «Hay que aspirar a bajar de los 5.000 parados en la provincia en un breve periodo de tiempo», apunta Blázquez, que cree que la influencia de los proyectos industriales que están en marcha y los acuerdos en el marco del Diálogo Social entre patronal y sindicatos se podrían traducir a corto o medio plazo en un descenso de la cifra de desempleados de cerca de un millar.

MAYOR INVERSIÓN PROVINCIAL. Drylock, que ya ha abierto sus puertas en el Polígono Industrial de Hontoria, ha incorporado este mes los 45 primeros trabajadores a su nueva planta de fabricación y de I+D+i. A finales de septiembre, mientras, pondrá en marcha su segunda línea de producción de pañales de bebé y creará otros 35 empleos. Y en el primer trimestre del próximo año alcanzará su pleno rendimiento, que contempla que 120 personas trabajen en Segovia en la compañía y que esta fabrique –además de pañales de bebé– productos de higiene femenina y de incontinencia o la conocida como gama ‘Inco’.

En total su inversión alcanzará los 45 millones de euros y ha sido anunciada por sus responsables como la mayor en la historia industrial de Segovia. La de Bioammo, que tiene previsto crear en Santa María la Real de Nieva la primera fábrica de munición biodegradable del mundo, calculaba una apuesta inicial de seis millones de euros que pronto podría multiplicarse. En este caso, aunque los problemas para asegurar la financiación han puesto piedras en el proyecto, la previsión era arrancar con medio centenar de puestos de trabajo y alcanzar los 200 en 2019 o 2020.

Las obras de construcción de la fábrica en la que desarrollará su actividad no han comenzado, sino que se encuentran aún en la fase tramitación de licencias; más compleja que en otros proyectos, ya que al trabajar con material explosivo requiere la supervisión de la Subdelegación del Gobierno. Sí que han empezado los trabajos, en cambio, en la fábrica que va a levantar Lonypack en el Polígono de Villacastín. Esta empresa salmantina, que presume de ser pionera en Castilla y León y de trabajar con numerosas firmas nacionales e internacionales de productos curados, asegura destacar por su «capacidad para ofrecer servicios globales de un modo independiente».

Su implantación en Villacastín supone un espaldarazo para los planes que el Ayuntamiento del municipio tiene para el polígono, el cual ha recepcionado recientemente. También tienen muchas esperanzas puestas en él los agentes sociales. «La llegada de Lonypack podría generar un efecto llamada  en el polígono de Villacastín con otras empresas que podrían instalarse allí. Clama al cielo verlo vacío actualmente con todos los medios y la situación geográfica inmejorable que tiene. Puede ser el inicio de un buen final», apunta el secretario provincial de CCOO, que no obstante da la bienvenida a la propia Lonypack, Drylock y Bioammo con las reservas necesarias: «También debemos ser prudentes. Entendemos que las empresas que vengan tienen que ser socialmente responsables y crear empleo de calidad».

En el escenario perfecto, estos proyectos industriales en ciernes podrían reducir a mínimos el desempleo en el sector industrial en Segovia, que de acuerdo a los últimos datos se situaba en 475 personas. Si los alrededor de 470 puestos de trabajo que prometen crear Drylock, Lonypack y Bioammo se traducen como empleos industriales, el paro en esta actividad económica en la provincia quedaría reducido a apenas un uno por ciento. «Los segovianos tenemos bastante desarrollado el sector del comercio, la hostelería y el agrícola. Lo que nos falta es tejido industrial para complementar y estabilizar el empleo en la provincia. Así a priori tiene buena pinta lo que está por venir», remacha Blázquez, que  pone también el acento en la actividad económica indirecta que generarán a través de empresas auxiliares y proveedores. Ya sólo falta que se traduzca en hechos.