El Común vuelve a cargar contra el alcalde de Aguilafuente

A.M.
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El Procurador del Común ha resuelto que el alcalde de Aguilafuente, Jesús Ballesteros Massó (PP) deberá cumplir la presencia mínima de tres horas diarias en el Ayuntamiento, lo que implica una retribución de 7.000 euros anuales.

Se trata de la segunda resolución del Procurador del Común que afecta a la gestión de Ballesteros ya que, el 1 de junio de 2018,  realizó una recomendación para que se anulara un acuerdo adoptado por el pleno del 22 de septiembre de 2017 «en todo lo que implica una alteración de las bases reguladoras de las ayudas al estudio parta la adquisición de material escolar (…) así como el decreto de la Alcaldía por la que se otorgan dichas ayudas».  El asunto es que algunas se concedieron a vecinos endeudados con el Ayuntamiento. 

Ahora,  en un escrito fechado el 12 de noviembre, ha resuelto que el alcalde de Aguilafuente, Jesús Ballesteros Massó deberá observar el acuerdo plenario de 30 de julio de 2015 por el que debe cumplir la presencia mínima de tres horas diarias en el Ayuntamiento, lo que implica una retribución de 7.000 euros anuales. Atiende así a la queja de la concejal no adscrita, Raquel Alonso, que fue elegida en las listas del PP,  puesto que el alcalde, como mucho, está una hora en el Ayuntamiento a primera hora de la mañana, por lo que no puede atender a una buena parte de los vecinos.

En el pleno del 6 de abril de este año, el alcalde respondió a la pregunta de Alonso que no había contestado en la anterior sesión argumentando que se dedica al cargo «las 24 horas del día», desde eventualidades a actos públicos, «algo más que cumplir un horario de oficina de tres horas o lucir un modelito en el banco de autoridades de la iglesia», según el acta.   

El Procurador, según una nota de la concejala no adscrita, a la vista del acuerdo municipal y de la respuesta del alcalde, deja claro que la solicitud de retribución de Ballesteros es contradictoria cuando afirma que “así ha venido siendo habitual en este Ayuntamiento”, puesto que no cobró la legislatura anterior. Además, deja claro que las tres horas deben ser con presencia diaria en el Ayuntamiento y para algo más que para “la firma de documentos, la coordinación de los servicios municipales, o la atención a los ciudadanos”. La jornada fue propuesta por el alcalde y “no ofrece duda que estas se aprobaron teniendo en cuenta esa mínima jornada de tres horas al día que debía cumplir acudiendo a la sede municipal”. Tampoco parece lógico, continúa el escrito, “retribuir una dedicación parcial por atender a los ciudadanos, si esta tarea se realiza por la calle o en medio de actos o eventos a los que acude (…) sin que pueda considerarse propiamente una dedicación especial”.

Ballesteros ha venido acusando a  Raquel Alonso, de tratar de «poner trabas» con este tipo de denuncias al Procurador del Común «porque destila odio y rabia». Alonso, que salió elegida en las listas del PP,  esposa del comisario de la muestra del Sinodal,  impulsor de actividades y publicaciones vinculadas con el origen de la imprenta en España, el catedrático Fermín de los Reyes,  asegura que fue cesada por wasap y que el alcalde la reconocía en todos los ámbitos como concejala de Cultura, pero Ballesteros lo niega y argumenta que ella fue la que dimitió, aparte de tildarla de desleal.