"Me iría de vinos con Harry el Sucio"

Sergio Arribas
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Trabajó durante casi 25 años como fotógrafo de prensa. Cambió la cámara por los micrófonos de Radio Segovia. "Antes tocaba el violín, ahora el piano. Lo importante es seguir en la orquesta", asegura Juan Martín 'Chas', protagonista de 'La Pizarra'

El dúo ‘Álex y Cristina’ cantaba aquello de «hago chas y aparezco a tu lado». ¿Harto de la gracieta?

Sabía que esa pregunta iba a caer. Es la gracia fácil. Por lo menos, alguien ha escuchado algo más que al tal Maluma.

Pero ‘Chas’ ya era su padre… 

El Chas auténtico era mi padre, un apodo que se lo pusieron en San Lorenzo. De pequeño llevaba un carro con una tralla y cuando daba con ella en el suelo sonaba aquello de ‘chas, chas’...

Insigne marmolista de la calle de San Juan. ¿No le sedujo el oficio? 

Trabajé varios años con mi padre. Pero eso de estar todos los días con el mono de trabajo y sucio, nunca me gustó.

Si por Chas o Juan no le reconocen, basta con que diga ‘soy un Misis’…

Es un apellido conocido en Segovia, siempre vinculado a la fotografía. Ya mi abuelo era fotógrafo en los años 50. Somos muchos Misis. Mi abuelo tuvo 14 hijos. Eran inviernos muy duros y no  había televisión (se ríe).

¿Recuerda su primera fotografía?

El periódico me mandó a un partido de baloncesto femenino. No saqué ni una foto. Todas salieron mal. La primera que publiqué fue en 1993, cuando a Paco Maroto en un partido de fútbol le sacaron una tarjeta amarilla. Todas las hacía con carrete,  en blanco y negro, y ‘con más miedo que siete viejas’ porque no sabía si saldrían o no.

¿Cómo se identifica al que es bueno en el oficio de fotógrafo?

En el oficio de reportero gráfico, el que sobrevive es porque tiene experiencia, ojo y saber hacer. También hay mucha gente muy buena que no se ha dedicado profesionalmente a esto. 

Bodas, banquetes y bautizos... ¿En cuántos saraos ha pululado? 

Lo que se llama la BBC. Creo que las bodas, bautizos y comuniones son una buena cantera para aprender. Es un campo de pruebas fundamental de rapidez, de encuadre, de ojo…

¿No se hizo tarjetas?

De la BBC no. Tuve  tarjetas como ‘animador de fiestas’ en mi época de juventud. Con un amigo me hice unas tarjetas que decían «Micky y Chas, animadores de fiestas». Y nos llamaban, que conste.

Más de 25 años como fotógrafo de prensa ¿Se imagina sin una cámara al hombro?

A veces me dan ganas de mandar el oficio a la mierda (se ríe). Cuando hice la mili, fui cabo-Primero. Me podría haber reenganchado. Ahora sería brigada o subteniente y estaría cobrando un buen dinerito. Me arrepiento de no haberme reenganchado al ejército, pero mi vida era terminar la mili y empezar a trabajar. Y eso hice.

Pero lo cierto es que su arma de trabajo es ahora, en Radio Segovia (Cadena SER), un micrófono. ¿Cuál da más miedo al político de turno, la cámara o el micro?

A los políticos le da miedo el periodista. Antes tenía una cámara, ahora un micrófono. Lo importante es seguir dentro de la orquesta. Antes tocaba el violín, ahora toco el piano.

Fotógrafo, operador de cámara, plumilla.. Hágase una tarjeta profesional. ¿Que pondría?.

Lo tengo claro. Comunicador. O ‘cuentahistorias’.

Tiene madera de monologuista.

En cualquier reunión termino por contar chistes o historietas. Y no se me da nada mal. Lo mismo es una salida profesional. Me lo pensaré.

En el objetivo de su cámara, centenares de personajes, ¿quién le impactó más?

Por ejemplo, el cantante Manolo García, que no es un divo y facilita mucho las cosas. El actor Juan Diego, también es un tipo estupendo. Y el que menos, por todo lo contrario, José María Aznar. Es un tío seco. Desde luego que no me iría con él de cañas.

Cuenta la leyenda que el rey emérito, Don Juan Carlos, entonces en el trono, se puso un día a contar chistes a la prensa en un relajado cóctel en el Alcázar de Segovia.

La prensa estuvo ese día charlando en un corrillo con el rey. Y estaba bastante dicharachero, no se sí por el calor y el olor del vino. Terminó contando chistes sobre un familiar suyo. No diré de quién.

¿Se iría a tomar unos vinos con el rey?

Me iría con el inspector Callahan, es decir, con‘Harry el Sucio’.

Creo que los guardaespaldas de Kofi Annan aún le están buscando….

Me metí con la moto, sin querer, dentro de la comitiva de los coches que trasladaban a Kofi Annan a la Fuencisla, en su visita a Segovia. Al llegar allí, de una furgoneta salieron varios policías. Les vi las pistolas y las placas y rápidamente me marché. Fuí el único que sacó una foto del presidente de la ONU paseando con su mujer por la Alameda.

¿No ha pensado colgar en Instagram su foto en un ascensor con Rodrigo Rato?

Fue una presentación de Bankia en Valencia. Coincidimos en un ascensor toda la prensa de Segovia desplazada allí. Y nos hicimos una foto. Nunca pensé que iba a ser compañero de viaje con Rato, en un ascensor, y que el emprendería años después un viaje a la cárcel. Por cierto, hace poco la subí a Instagram. La actualidad manda.

¿Olvidar, perdonar o ninguna de las dos cosas?

Hay cosas que no perdono, aunque intento olvidar y vivir lo mejor posible.

¿Qué es lo que más aborrece?

Los abusos de poder y el caciquismo, que en Segovia hay mucho.

Vayamos a su vida más personal. ¿Qué fue de aquel tupé rockabilly?

Aquel tupé a principios de los 90 se mantenía. Me costaba mucha laca y secador. Quizá por eso lo de mi alopecia. No desdeño la oportunidad de probar un implante de pelo. No lo descarto.

¿Fue precoz en su despertar adolescente?

Con 13 años empecé a trabajar y ya me pasaba por el  mítico bar ‘La Escuela’. De muy chaval, sobre el año 1983, ya fui a conciertos de Bruce Springsteen, Pink Floyd... Era la época cuando empezaron a venir a España los artistas internacionales. En Jácara, vi a Jerry Lee Lewis. Iba con mis primos mayores.

Creo que ha visitado los mejores restaurantes con estrella Michelín. ¿Cual es el secreto?

El secreto es tener muchos amigos y que alguno, con dinero, te lo pague (se ríe).

Y hablando de estrellas Michelín. El restaurante Sant Celloni tiene dos, donde trabaja su amigo David Robledo, el mejor sumiller de España.

Nadie imaginó que David pudiera hablar inglés perfectamente y saber de vinos, y que yo sería fotógrafo en los tres medios más importantes que ha habido en Segovia.

Esto de la polémica de la estatua del diablo, ¿lo entiende?

No.  Hasta que no desaparezca una generación de caciques y manipuladores de la opinión en Segovia, esta ciudad no va a lograr avanzar.

Barsa-Real Madrid 5-1. ¿Habrá dormido con una sonrisa?

Duermo bien. De pequeño te lo tomas a la tremenda. Ahora no. Son diez momentos de felicidad, nada más.

No era mal portero…

Jugué en el mítico Calzados Los Chicos, en el Azulejos Tabanera, en el Quintanar, en la Gimnástica Segoviana y en el Acueducto. El que peor jugaba, siempre iba de portero. Llegue a jugar en división autonómica, pero era muy malo. No paraba ni el tranvía.

¿Quién es más estrella? ¿Messi o José Luis López Vázquez?

Messi es estrella mundial. López Vázquez o Paco Martínez Soria son nuestros Walter Mattau o Jack Lemmon. Desprestigiar lo español,  no valorar a la gente de aquí, es deporte nacional.

Una frase para terminar la entrevista.

Si tienes una pena, no se la cuentes a tus amigos, que les divierta su puta madre.