Campeona insaciable

SPC
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Lydia Valentín amplía su extenso palmarés en su estreno en la categoría de 81 kilos

La halterófila española Lydia Valentín continua alargando su extenso palmarés (cuatro veces campeona de Europa, además de plata en los Juegos de Pekín 2008, oro en los de Londres 2012 y bronce en los de Río 2016) al proclamarse ayer campeona del mundo de la categoría de 81 kilos de los campeonato que se está disputando en Asjabad (Turkmenistán), donde también se colgó el oro en arrancada y un bronce en dos tiempos, donde un error en el primer intento sobre 136 le impidió hacer el ‘triplete’.

 Nada parece frenar a la berciana, ni siquiera el cambio de categoría, de la de 75 kilos que dominaba con anterioridad a la de 81 a la que se ha enfrentado en el Mundial, debido a unas molestias físicas que ha arrastrado en los últimos meses y que le obligaron al cambio para no tener que perder masa muscular. Tras ser el año pasado en Anaheim (Estados Unidos) una histórica triple campeona mundial, volvió a brillar pulverizando récords de España en su camino hacia el podio para poner de nuevo en lo más alto a la halterofilia nacional. 

Auténtica dominadora en el Viejo Continente, la del Bierzo ha dado ya el salto a nivel mundial dispuesta a reinar sin paliativos y a coger fuerzas para coronarse campeona olímpica en Tokyo 2020 sin tener que esperar a las sanciones por dopaje de sus rivales. 

Valentín firmó un concurso muy completo, empezando por la arrancada donde en su primer intento ya logró superar el récord de España, que estaba situado en los 104 kilos, y que ella situó en 108. Pero la deportista española solo estaba ‘calentando’ y lo volvió a batir en sus dos siguientes intentos hasta dejarlo en unos 113 kilos inalcanzables para el resto de participantes de la prueba. 

Ya con clara ventaja, afrontó los dos tiempos donde tampoco tardó nada en marcar una nueva plusmarca nacional con 130 kilos, cuatro más que la anterior. Luego llegó un incómodo nulo sobre 136, pero la leonesa ni se inmutó y demostró su categoría para levantar ese peso en el tercero para un total de 249 kilos, nuevo récord de España en Total Olímpico y, lo más importante, oro mundial.