Luquero apunta a un fallo humano

Victoria Domínguez
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La alcaldesa afirma que con los datos recabados, todo apunta a que el accidente de un autobús urbano en la tarde del martes se debe a un error humano, aunque la investigación sigue abierta. El vehículo es uno de los más jóvenes de la flota.

El autbús de la Línea 2 hacía parada para ajustar tiempos. La conductora vio que se encendía un piloto, habló con el mecánico, que le recomendó resetear la batería, para lo que tuvo que bajar del vehículo. Al poco el autobús se puso en movimiento. "Con riesgo de su vida", ha destacado la alcaldesa, la conductora intentó dos veces subir al vehículo "para evitar el desastre". 

La conductora, contratada eventualmente como refuerzo de verano, ya ha prestado declaración ante la Policía Local, que prosigue la investigación, con la declaración de testigos, informe de la empresa y peritos. El autobús está precintado y se quiere contar también con el testimonio de los tres viajeros que iban en el bus, que no resultaron heridos pero que no estan identificados, ya no estaban en el lugar cuando llegó la policía.

El autobús, matriculado en 2014, acababa de ser revisado y tras el accidente se comprobó en talleres tanto la mecánica como el ordenador de a bordo, y no se detectaron fallos. Aunque la investigación sigue abierta la alcaldesa asegura que "podemos decir de manera contundente que no se ha debido a ningún fallo mecánico, todo apunta a que puede tratarse de un error humano" (que la conductora no activara el freno antes de bajar).

En el accidente resultaron heridos cinco peatones: tres son turistas, una pareja y su hijo, la mujer tiene un tobillo roto y un matrimonio de Segovia: el hombre quedó atrapado entre dos coches y sigue hospitalizado, en observación, con dolor en el pecho. La conductora, contratada eventualmente para refuerzo de verano, fue atendida por una crisis de ansiedad. En el siniestro resultaron dañados siete vehículos.