La propiedad de los edificios de la plaza de San Lorenzo que fueron objeto de obras de emergencia hace casi un año y medio por caídas de tejas ha recibido luz verde del Ayuntamiento para proceder a una rehabilitación completa. Son los inmuebles en cuyos bajos se encuentra el bar La Churrería, tal y como apuntaba el pasado jueves la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero. De ello informó tras la sesión de Junta de Gobierno Local en la que, entre otros asuntos, se abordó la «propuesta de concesión de licencia urbanística de obras para rehabilitación de dos edificios existentes para uso residencial (cuatro apartamentos) y local en la plaza de San Lorenzo», según recoge la documentación facilitada por el Consistorio. En concreto, se aprobó el proyecto de ejecución presentado por Fernando María S. L.
Dentro del capítulo de condiciones generales que deben cumplirse, el Ayuntamiento reseña que las obras previstas deberán iniciarse «en el plazo máximo de un mes contado desde la notificación de la aprobación del proyecto», mientras que «las que garanticen la consolidación del inmueble» tendrán que estar acabadas «en el plazo máximo de un año» y el resto, en tres como mucho. Asimismo, recalca que la licencia concedida «no ampara la ocupación de vía pública, vallado de obra, instalación de grúa o colocación de andamios, contenedores u otras instalaciones de obra que, de ser necesarias (…) habrán de solicitarse y autorizarse por separado».
Fue en mayo de 2017 cuando el Ayuntamiento de Segovia anunció que tomaría medidas ante el mal estado de las cubiertas de estos edificios y las reiteradas caídas de tejas que se venían produciendo. Los Bomberos tuvieron que intervenir en dos ocasiones ese mes para quitar algunas tejas y asegurar otras, y el entonces concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera, anunció que se emitiría una orden de ejecución de obras de emergencia.
En paralelo a tal percance, la propiedad había presentado un plan de rehabilitación que Urbanismo le denegó y que concebía San Lorenzo 1 y 2 como «un edificio residencial colectivo con cuatro apartamentos en la primera planta y un local comercial en la planta baja, sin desalojar el bar-restaurante que está en funcionamiento». Así se reseñaba en el informe que pasó por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural del 27 de marzo de 2017, donde se apuntaba que «la agregación de inmuebles en un conjunto histórico es una modificación no admitida, salvo que, con carácter excepcional, contribuya a la conservación general del conjunto histórico y lo permita el Plan Especial de Protección Histórico-Artística, Paisaje y Reforma Interior de San Marcos, Valle del Eresma y San Lorenzo». El Ayuntamiento entonces dijo no, pero ahora sí ha llegado a un acuerdo con la propiedad que, si todo va como debe, iniciará las obras en las próximas semanas.