El exsicario de los GAL que planeaba inmolarse en Segovia: "A mí Siria me la suda"

Europa Press
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El fiscal mantiene su petición de diez años de cárcel y acusa a Daniel Fernández Aceña de ser un "mercenario" al servicio del Estado Islámico.

El que fuera sicario de los GAL en la década de 1980 Daniel Fernández Aceña ha aprovechado el turno de última palabra que le ha brindado el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga para dejar claro que no es musulmán, que no habla árabe y que tampoco es yihadista. "A mi Siria me la suda y no tengo mala conciencia por ello", ha espetado. El acusado, para el que la Fiscalía pide diez años de cárcel por los delitos de adoctrinamiento y exaltación del terrorismo, ha insistido que no profesa ninguna religión ya que cree "en todas y en ninguna" y que si alguien le ha oído hablar por teléfono en un idioma que no es el castellano sería euskera puesto que solo habla estas lenguas. "No sé árabe, no soy musulmán; ¿cómo voy a adoctrinar? Por favor", ha apuntado.En esta segunda sesión de vista oral, Fernández Aceña ha desmentido también a los investigadores que apuntan que no come cerdo por su conversión al Islam y ha dicho al respecto que no compraba carne fresca de este animal porque "todo" lo que consume --como callos a la madrileña o fabada-- es enlatado ya que comparte piso con dos personas y "es un follón". Igualmente ha asegurado que ha leído el Corán pero como también ha leído la Biblia, 'Camino' de San Josemaría Escrivá de Balaguer, La Torá, el Libro Rojo de Mao o novelas de Ho Chi Minh añadiendo que el único que no ha leído es el del "nazi este del Mein Kampf", en referencia al conocido libro del dictador alemán Adolf Hitler.El Ministerio Fiscal ha elevado a definitivas su petición de diez años de cárcel para el acusado, que ya fue condenado a 29 años por el asesinato del ferroviario francés Jean Pierre Leiba en Hendaya en 1984 al confundirle con un integrante de ETA. Apunta el fiscal del caso, Carlos García Berro, que de sus publicaciones en las redes sociales queda probada su adhesión al Estado Islámico y que es un "mercenario" al servicio de esta organización terrorista.Los investigadores informaron que llevó a cabo un proceso de radicalización en verano de 2016 y según el escrito de la Fiscalía, el acusado constató en la Unidad Psiquiátrica del CSS 'La Fuencisla', donde manifestó su intención de inmolarse en un autobús cuando le proporcionaran explosivos. En esta misma Unidad también intentó captar a una mujer, señala el fiscal."Quizá lo que más llama la atención sea las búsquedas de niños muyahidines, con el comentario en Facebook de que está asegurada la próxima generación. La finalidad de este adoctrinamiento es claramente terrorista; no es morbo ni estudio, busca la utilización práctica potencial del adoctrinamiento", ha dicho el fiscal durante la exposición de sus conclusiones.Con todo, ha asegurado que es "evidente" la inmersión del acusado en el mundo islámico salafista recordando una de las conversaciones intervenidas con una trabajadora en la sociedad Amanecer Salud Mental de Segovia, a la que también intentó captar y le prometió hacer un "regalo especial" si se convertía al islam. Fernández Aceña le llegó a decir que todas las mujeres son 'infieles, críticas por la existencia de música de fondo en la Asociación' y 'pecadoras': 'Os habéis ganado el infierno...', le dijo.Su defensa, por su parte, considera que a lo largo del juicio no se ha podido acreditar que lanzara ningún mensaje en las redes sociales de llamamiento a la yihad y que, por tanto, la instrucción de esta causa se ha basado en "meras sospechas". Tanto es así que, según ha precisado, su cliente no sabe ni hacer el símbolo del Tawid (señal de saludo en el Estado Islámico consistente en elevar el dedo índice al cielo).También ha acusado a los investigadores de poner en riesgo la instrucción al precipitarse en su detención -producida en diciembre de 2016 en Segovia- ante el temor de que cometiera un acto terrorista. "No existe una prueba real ni unos hechos punibles y menos en un caso que entendemos que es casi anecdótico, por lo que no cabe considerar que ello suponga cualquier tipo de adhesión", ha asegurado su letrado. Tras la intervención del acusado, la presidenta magistrada del tribunal, Manuela Fernández de Prado, ha dejado el juicio visto para sentencia.