Otra leyenda para el diablo del Acueducto

D. A.
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La polémica nació por la legítima movilización de quienes sienten que la escultura "ofende a los católicos", creció alimentada por falsos rumores ya desmentidos y tuvo eco mundial tras publicarse, erróneamente, que un juez había parado su instalación

Otra leyenda para el diablo del Acueducto

España se ha quedado pequeña para la endemoniada polémica del diablillo que prevé poner el Ayuntamiento en la calle San Juan, que aspira a buscar selfies con segovianos y turistas y ya se ha encontrado con su retrato multiplicado por medios de comunicación de todo el mundo sin haber salido todavía del taller de su creador, José Antonio Abella. Al ritmo que va, ya se le ha podido quedar pequeña hasta la leyenda del Acueducto que pretende evocar, porque su propia colocación empieza a generar cierto subrelato legendario.

En todo lo que rodea al proyecto de instalación del diablillo caben las dos primeras acepciones de leyenda que recoge el diccionario de la RAE: «Narración de sucesos fantásticos que se transmite por tradición»; y «relato basado en un hecho o un personaje reales, deformado o magnificado por la fantasía o la admiración». Y es que la polémica la inició en octubre un grupo de vecinos que la considera «ofensiva para los católicos», pero la campaña ganó apoyos con rumores ya desmentidos de que se pagaría con dinero público (la patrocina un empresario), que conllevaría la retirada de la virgen que hay en la hornacina de la calle San Juan o que el escultor se lucraría con merchandising (hay un contrato firmado para que los beneficios se destinen a obras patrimoniales). En su placa tampoco se prevé que ponga ‘Segodevs’, pero se siguen recogiendo firmas para pedir que no se llame así. Y esta semana se ha amplificado el asunto hasta llegar a todo el mundo después de que El País publicara el 12 de enero que un juez había paralizado su instalación, cuando a esas alturas el titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo sólo se había pronunciado para notificar que había una petición de suspensión cautelar de su colocación presentada por los vecinos que iniciaron la campaña y que han constituido la asociación católica San Miguel y San Frutos.

De hecho, fue este pasado jueves cuando se conoció su decisión, y no sólo ha descartado la suspensión cautelar, sino que impone las costas a la parte denunciante, «hasta un límite máximo de 500 euros», según recoge el auto judicial. Concretamente, por “no haber lugar a la suspensión de la ejecución del acto administrativo impugnado”, aunque la batalla judicial no ha terminado, ya que el juez aún tendrá que resolver el fondo del caso: la propia denuncia contra el acuerdo administrativo por el que el Ayuntamiento aceptó la donación de la escultura.

Entretanto, en el inicio de esta semana se propagó la polémica por todas las televisiones nacionales, caso de Antena 3 (‘La estatua de un diablo desata la polémica en Segovia’), Telecinco (‘Una escultura al diablo divide Segovia’), Cuatro (‘Grupos católicos de Segovia se oponen a que haya una escultura al diablo)... La Sexta fue más lejos y tituló en su web ‘Una asociación católica consigue paralizar la colocación de un diablillo’; e inmediatamente después, el boom internacional. De El País a la BBC, y de la BBC al resto del mundo. Así se fueron haciendo eco de todo esto el diario británico Daily Mail, la televisión estadounidense Fox, el canal internacional de la Federación Rusa Rusia Today... 

El teléfono de Abella arde desde hace días. Ha atendido personalmente a medios de la talla de The New York Times, el alemán Der Spiegel o la CNN, y el jueves no ocultaba su «satisfacción» porque «ha imperado el sentido común», decía en referencia a la desestimación de la suspensión cautelar. «Pero lo que más me preocupa es que Segovia pudiera verse como intolerante o fanática, cuando puedo dar fe de que es justo lo contrario, amable y hospitalaria, y así se lo he dicho a cada periodista que me ha llamado». Asimismo, valora las muestras de apoyo que ha recibido de personas desconocidas para él, y destaca especialmente el correo de una argentina que ya le ofrecía su pueblo, Maimará, en la provincia de Jujuy, para colocar la estatua.

BBC News, división de noticias de la radiotelevisión pública del Reino Unido, también contactó con Abella para hacer su propia información, publicada el pasado martes con un titular que, traducido al español, decía ‘Ciudad española protesta contra la escultura de un demonio ‘demasiado amigable’.Es decir, que de la ‘ciudad dividida’ que apuntaba Telecinco ya se pasaba así prácticamente a Segovia entera protestando, al tiempo que The Guardian se pasaba de frenada, en la línea de El País o La Sexta, al advertir que «un juez ha ordenado que se suspenda la instalación de la estatua mientras investiga si constituye un ataque a los sentimientos religiosos de las personas».

El miércoles, Time (EEUU) difundía la polémica con otra noticia de elaboración propia, aunque citaba a la BBC y El País. Su titular: ‘Una escultura del diablo que sonríe y se hace un selfie está causando controversia enEspaña’, y dejaba la mayor licencia literaria para el inicio del texto al afirmar que una ciudad española se ha «levantado en armas». 

Muchos medios incidían también en el hecho de que el diablillo pose sonriente, como si la polémica se centrara en eso: ‘El diablo no puede ser muy amable’, titulaba el portal de Taiwán DQ; el neozelandés Stuff, ‘Escultura de Satanás demasiado alegre’. Y la lista continúa con todo tipo de titulares por países más allá de la UE como Turquía, Ucrania, Rusia, Venezuela, Colombia, México, China, Sudáfrica, Nueva Zelanda...

La alcaldesa, Clara Luquero, ya manifestaba el jueves su confianza en que el impacto mediático se traduzca en «publicidad positiva», e incluso tiraba de ironía: «Bromeábamos hace un rato con los portavoces (de los grupos de la oposición) que casi había que ir encargando ya el merchandising, porque la campaña de comunicación, que vale su peso en oro, ya nos la han hecho», señaló. En su opinión, «seguramente el hecho de que sea un tema absurdo y sin sentido ha hecho que cause, que suscite interés en medios internacionales de todo tipo», añadió.

Entretanto, la Asociación San Miguel y San Frutos registró el jueves las firmas que ha recogido contra la escultura: más de 2.000 en papel, 5.100 virtuales en el portal católico Enraizados.org y unas 5.400 a través de la plataforma Change.org, donde inició la campaña hace casi cuatro meses. Precisamente en esa última plataforma se acaba de iniciar una campaña a favor de la escultura y en tres días ha sumado unas 2.500 firmas. Y el diablillo, mientras tanto, todavía sonriendo en el taller de Abella.