Un torneo con déficit de ilusión

SPC
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Las fechas de la final, los intereses cruzados y la falta de estrellas confirmadas no convencen a los mejores del jugadores del mundo

El nuevo formato de la Copa Davis aún no se ha estrenado y ya se enfrenta al mismo dilema que persiguió durante años a la competición más emblemática del tenis por equipos: cómo garantizarse la presencia de las principales ‘raquetas’.

Ni el cheque de 20 millones de dólares prometido parece haber resuelto el problema. Una semana que no viene bien a los jugadores, una lucha de poder entre dos organismos mundiales, un calendario extenuante y el marcado carácter individualista del tenis forman una compleja amalgama en la que es extremadamente difícil poner de acuerdo a todos los actores. 

«Queremos buscar algo que seduzca a todos», afirmaba en la presentación de Madrid como sede de las finales de 2019 y 2020 el futbolista Gerard Piqué, principal impulsor de la reforma.