Las polémicas fiscales persiguen al Gobierno prácticamente desde el día de su nombramiento. Así, sin haber llegado a estar una semana en el cargo, el que fue designado por Pedro Sánchez como ministro de Cultura, Máxim Huerta, se vio obligado a dimitir después de que saliese a la luz la condena por fraude tributario, según dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid emitidas en mayo de 2017, por irregularidades en sus ejercicios fiscales de 2006, 2007 y 2008 por una cantidad que ascendía a 218.000 euros. No llegó a abandonar el Ejecutivo el titular de la cartera de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, aunque también se vio envuelto en un escándalo similar. En el caso del exastronauta se le acusó de haber eludido el pago de impuestos a través de una sociedad patrimonial que creó de forma simultánea a la adquisición de un chalé en Jávea (Alicante).
Precisamente, una sociedad instrumental, como se conoce a aquellas que se constituyen con la intención de conseguir ventajas fiscales, puso ayer en el centro de la diana a la secretaría de Estado de Deporte y presidenta del Consejo Superior de Deportes, María José Rienda. Según publicó El Mundo, la exesquiadora utilizó desde 2004 y hasta 2011, coincidiendo con el final de su carrera deportiva, una sociedad instrumental para cobrar sus derechos de imagen.
Mediante esta estrategia habría declarado ingresos por valor de, al menos, 1,4 millones de euros y se habría ahorrado impuestos al tributar sus derechos de imagen a través del Impuesto de Sociedades en lugar de por el IRPF. Es decir, con esta fórmula pudo tributar un porcentaje considerablemente inferior por las ganancias ligadas a su actividad laboral.
Además, a través de esta compañía, la exdeportista olímpica gestionó también patrimonio inmobiliario, ya que a nombre de esta sociedad instrumental aparecen dos viviendas: un chalé en Otura y un ático en la playa de Motril.
Hacienda ha establecido que cualquier actividad profesional debe ser declarada a través del IRPF, motivo por el cual ha puesto en marcha recientemente multitud de inspecciones contra deportistas de alto nivel, como los futbolistas Cristiano Ronaldo y Leo Messi, los tenistas Arantxa Sánchez Vicario y Rafa Nadal o el piloto de motociclismo Marc Márquez.