El Gobierno no puede mirar ya hacia otro lado ante la falta de apoyos para poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado por lo que, lo que hasta ahora había sido el mensaje uniforme del Ejecutivo de trabajar solo con la única opción de aprobarlos, se ha visto modificado.

Fue el ministro de Fomento de Pedro Sánchez y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, el que dejó caer que «nada es descartable», cuando fue preguntado ayer por la posibilidad de que se diera un adelanto electoral, y que coincidiera nada menos que con la fecha en la que se celebran los comicios autonómicos y municipales, el próximo 26 de mayo.

Ábalos no se atrevió a cerrar la puerta a esta opción de tener un superdomingo en las urnas, y el propio secretario general del PSOE evitó desmentirlo. «El ministro de Fomento ha dicho una cosa que es de mucho sentido común», señaló desde Marruecos, donde se encontraba de visita oficial, aunque matizó acto seguido que «ha señalado esa fecha como ha señalado otras» y recordó que, en cualquier caso, esa es una potestad que solo le corresponde a él como jefe del Ejecutivo, dejando bien claro que se trata de una decisión únicamente suya.

Unas declaraciones que ponen sobre la mesa, de manera pública al menos porque de forma extraoficial el tema siempre ha estado presente, un adelanto de las generales para poner a prueba el rédito de las acciones del Ejecutivo en estos cinco meses en la Moncloa.

Esta posibilidad no fue bien recibida en algunos sectores socialistas, no tanto por la convocatoria de elecciones sino por hacerla coincidir con las autonómicas y municipales. El primero en pronunciarse al respecto fue el presidente de Castilla-La Mancha, que no ocultó su disconformidad. «Sería mejor hacer las autonómicas y municipales en mayo, y en otoño las generales» declaró Emiliano García-Page.