Faltan horas para que la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, presente su nueva propuesta de consenso sobre el Brexit, respecto a la que los diputados británicos se pronunciarán el próximo día 29 tras rechazar la primera, y el tiempo apremia. Por ello, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y el del Consejo Europeo, Donald Tusk, hablaron ayer por teléfono con la premier, a la espera de que salga a la luz ese plan B de la dirigente.

Tusk informó de la conversación en un escueto mensaje en su cuenta de Twitter, en el que señaló que había abordado con May «los próximos pasos en el lado británico» respecto al proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, después de que el acuerdo de retirada no superara la ratificación en la Cámara de los Comunes. Por su parte, un portavoz de la Comisión señaló que Juncker mantuvo también otra llamada y que ambos acordaron seguir en contacto.

Así, pendientes de conocer el contenido de este plan alternativo al acuerdo de salida ya consensuado, Bruselas insistió en que la pelota está ahora en el tejado de May.

La primera ministra, mientras, trata de ultimar a contrarreloj una segunda vía que logre salir adelante en el Parlamento. Y, para acercarse a ese objetivo, se reunió con más de la mitad de sus ministros, tal y como confirmó su portavoz oficial. May debe convencer no solo a la oposición para respaldar su próximo programa para la salida del país de la UE, sino también a los 118 diputados torys que votaron en contra de su acuerdo el pasado martes en la Cámara de los Comunes.