Los comerciantes piden más zonas y horas de carga y descarga

DS
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Escaparate con un cartel de liquidación total - Foto: Rosa Blanco

Los comerciantes de la Asociación Comerzio José Zorrilla solicitan al Ayuntamiento  de Segovia, entre una serie de propuestas, que aumente el horario y superficie de las zonas de carga y descarga. En un extenso comunicado resumen sus reclamaciones: 

 

"Dado que es época en la que las diferentes formaciones políticas van perfilando las líneas generales de sus programas electorales, tanto municipales como autonómicos y generales, creemos que es oportuno que, desde la perspectiva de los que sufrimos el día a día de la economía real, hagamos propuestas para intentar una mejora de la situación de los pequeños negocios de nuestra zona, con el fin de que sean atendidas por quien corresponda.

Para cualquier segoviano es una evidencia la progresiva desaparición de pequeños establecimientos comerciales que se está produciendo en Segovia y provincia. Esta situación no es ni mucho menos local, sino que se da a nivel nacional e incluso internacional. El pequeño comercio es el que mantiene vivos muchos barrios y pueblos. Su desaparición, y más aún en los pueblos que tienen un solo comercio, supone pérdida de población para esos lugares, aparte de pérdida de nivel de vida, y calles vacías e inseguras.

Claramente en Segovia tenemos un problema de despoblación, que afecta directamente a la supervivencia de los pequeños comercios, además de inconvenientes como la falta de aparcamiento y la llegada durante la crisis de grandes cadenas comerciales y de enormes bazares chinos. Además influye el auge de los supermercados de mediana superficie, que venden casi de todo, y el cambio de manos del hipermercado por una cadena de mayor potencia comercial.

Pero los factores principales de la desaparición de comercios son de ámbito más amplio:

 

-      La apertura comercial durante casi todos los festivos en la comunidad de Madrid, que implica que las grandes compras de los segovianos dejen el dinero en otra comunidad. Añadiendo la apertura del Centro Comercial principal de Valladolid durante más festivos al año que los permitidos para el resto de Castilla y León.

 

-      El régimen de Iva con recargo de equivalencia, al que están sujetos la mayoría de los pequeños comerciantes, y que supone un sobrecoste del 5,1% sobre sus artículos, añadido al sobrecoste del inferior volumen de compra, lo que supone un agravio a la hora de competir con los grandes. Aún así, los precios en las grandes superficies suelen ser mayores que en el pequeño comercio, salvo las ofertas “gancho”, pero el mayor atractivo comercial y promocional de los grandes comercios provocan que vendan con mayor facilidad.

 

-      Los comerciantes pequeños son autónomos, y en muchos casos no consiguen ganar mucho más que para pagar esa cotización social, con lo que si, como puede suceder, se sube más esa cuota, la supervivencia de muchos de esos comercios será aún menor.

 

-      Muchos pequeños comercios tienen empleados, a los que se paga según el convenio. La mayoría de los comercios están en el límite de la rentabilidad, y si se sube el salario mínimo a la cuantía prevista, muchos de estos comercios entrarán en pérdidas y tendrán que cerrar en cuanto liquiden su mercancía. Así no se conseguirá que la gente tenga más dinero, sino que aumente el número de parados, tanto entre los empleados como entre los autónomos. No es cuestión de ideología, es solo matemáticas: si suben los costes hay que subir los precios y se venderán menos artículos Pero en la competencia principal, que son las tiendas de Internet, no subirán precios, debido a que la mayoría de sus cargas laborales se producen en países de bajos costes.

 

-      La competencia voraz del comercio electrónico, que crece exponencialmente mientras las ventas globales se reducen, es la principal causa de la decadencia del comercio tradicional. Sin olvidar la crisis económica, que no parece que haya acabado, sino que se va a agravar.

 

Soluciones posibles para reducir la velocidad de desaparición de pequeños comercios.

 

 La nueva economía y la globalización están afectando a la mayoría de los sectores económicos tradicionales, que ven cómo sus beneficios se reducen al mínimo o desaparecen tras esta nueva competencia, que ha venido casi sin avisar. Sin duda, es una nueva revolución industrial que nos ha tocado vivir y que en pocos años va a cambiar el mundo por uno totalmente distinto al que era hace 10-20 años. Ya nos hemos acostumbrado a la desaparición de oficinas bancarias, inmobiliarias, etc. y poco a poco vemos como otros sectores, como el hotelero, los taxis, el hostelero, etc. se van transformando, no sin conflictos, a la nueva economía. Sin embargo, la adaptación de la mayoría de los pequeños comercios no es posible, sino que están siendo engullidos totalmente por las tiendas online. La solución que proponen desde las administraciones públicas, que es poner a todos los pequeños comercios a vender online, no es viable, porque el que lo ha intentado sabe que solo hay una milésima posibilidad de tener éxito compitiendo con los grandes de la red. Evidentemente la solución que sí que es viable es la de competir todos en igualdad de condiciones, ya que las grandes tiendas online solo aplican la legislación e imposición española al último eslabón de su cadena, mientras que el resto de la cadena está exenta de las obligaciones laborales, fiscales y normativas a las que sí estamos sujetos los pequeños empresarios españoles. Así que la solución sí que es aplicar a estos grandes un impuesto para cubrir esa parte que no pagan en España, pero ese impuesto debe alcanzar una cuantía similar a la de los impuestos que pagan las empresas que tienen todos los eslabones de la cadena en España y calcularlo sobre unos beneficios no maquillados. Es evidente que con un 3% sobre ventas, la competencia seguiría siendo desleal, y como en todas las competiciones, el que hace doping es el que gana, si nadie se lo impide.

Habría que acabar también con el agravio comparativo en la apertura de festivos, y volver a la situación en la que se abre 8 festivos al año en toda España: las ventas globales van a ser las mismas, pero se permitirá la conciliación familiar de empleados y autónomos, a la vez que se elimina la competencia desleal entre comunidades.

Naturalmente es necesario simplificar el papeleo a los pequeños empresarios, así cómo adecuar su cotización a los beneficios, bajando la cotización actual, no subiéndola, y eliminar el atropello que supone el régimen del Recargo de Equivalencia del Iva. Y por supuesto, que el salario mínimo esté acorde con el que pueden pagar las pequeñas empresas, porque el papel lo aguanta todo, pero la realidad económica, no.

 

A nivel local, en Segovia, algunas de las muchas cosas que se pueden hacer por el pequeño comercio son:

 

-      Añadir una línea trasversal de autobús urbano que recorra los principales puntos de interés de la ciudad, entre ellos la calle comercial José Zorrilla, a través de C/ Antonio Machado. Exigir al centro comercial Luz de Castilla que pague el coste real del mantenimiento de la parte de línea de autobús que para allí.

 

-      Acondicionar más zonas de aparcamiento, en zonas que ahora mismo están siendo usadas como tal de forma espontanea, así como agilizar la apertura del parking de José Zorrilla, y mejorar la señalización y promoción de estos aparcamientos.

 

-      Aumentar el horario y superficie de las zonas de carga y descarga en las calles no peatonales. Hoy día esas zonas solo son usadas por los comerciantes en una pequeña parte. La mayor parte del tiempo se utilizan por empresas de servicios y profesionales, o bien por vehículos de reparto que entregan paquetes de venta online en las viviendas, repartos de supermercados, etc. Estos reparten a cualquier hora del día, y por tanto, no tiene sentido que el horario actual de carga y descarga sea tan limitado. Lo lógico es poner un amplio horario, por ejemplo de 8 a 20 h, De esa forma se optimiza el limitado espacio de aparcamiento de la ciudad, ya que estas zonas facilitan mucho la movilidad, por tener mucha rotación de vehículos, aprovechan el espacio de estacionamiento al máximo y evitan que haya vehículos de reparto aparcados en cualquier recoveco a cualquier hora el día. Añadir que alguna de estas zonas de carga y descarga son tan pequeñas que obligan a los camiones de supermercados a invadir otras plazas o aceras al abrir los ascensores y sacar los palets, por lo que habría que ampliar algunas de estas zonas y así además se permitiría descargar a otros vehículos durante el largo tiempo en el que permanecen ahí esos camiones.

 

En definitiva, se trata de que los políticos comprendan la importancia de hacer caso a la economía real, en vez de a la de los fríos datos estadísticos y encuestas preelectorales, y que entiendan que las políticas deben hacerse con una visión de largo plazo y una perspectiva de crecimiento, pero sin machacar más a los pequeños sectores de la actividad económica que actualmente mantienen activos a una buena parte de la población".