Roca Rey fue el gran triunfador de la Goyesca de Ronda después de cortar tres orejas, formar un lío en ambos toros y derrochar mucho valor, temple y hacer del bueno, en una tarde en la que Cayetano cortó dos orejas, mientras que Morante se fue de vacío con los de Juan Pedro Domeq.

El toreo se daba cita en el centenario coso malagueño para vivir un año más la tradicional corrida Goyesca, en su LXII edición, en este primer año sin que Francisco Rivera Ordóñez actuase como torero y ya solo como empresario.

Morante estuvo inspirado ante el primero de la tarde, un animal que se fue viniendo a menos. Faena de belleza y hondura por parte del de La Puebla, que se llevó una ovación. El cuarto fue mucho más parado y soso, al que tuvo que provocar mucho el sevillano que ya casi al final consiguió los mejores pasajes sobre la mano diestra. Otra ovación.

Cayetano, que reaparecía tras 20 días por una lesión costal, recibió por verónicas al segundo. Faena de mucho gusto, muy compacta, de hondura y mano baja. Dos orejas. El quinto fue un toro soso y de pocas fuerzas al que Rivera Ordóñez anduvo muy comprometido para tratar de sacar algo potable de un astado que nunca iba metido en la muleta.

Accidentada fue la salida del bonito tercero, al que Roca Rey tuvo que matar antes de tiempo. El peruano estuvo inmenso ante el sustituto. Lo mejor del primer tercio, el quite por chicuelinas. Cumbre. La faena de muleta muy templada le hizo ganarse las dos orejas.

El sexto llevaba la cara por la nubes. Tuvo que afanarse el diestro hasta volver a ensayar el arrimón final, otra vez de escalofrío. Oreja para cerrar la tarde.