La Junta exige que se limite la publicidad del juego online

Ical
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De Santiago-Juárez asegura que el juego presencial en Castilla y León está "bien ordenado, bien gestionado y bien organizado"

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, reclamó hoy al Gobierno central que “de un paso más” y limite la publicidad agresiva del juego online, que es tan perjudicial para los menores de edad y los jugadores patológicos. Frente a esa falta de control, subrayó que el juego presencial, que es competencia de la Administración autonómica, está “bien ordenado, bien gestionado y bien organizado”. En ese sentido, aseguró que los salones, casas de apuestas, bingos y casinos en la Comunidad cuentan con suficientes controles para evitar, por ejemplo, el acceso de los menores de 18 años o de los jugadores patológicos inscritos en el registro regional.

Antes de inaugurar el XV Congreso del Juego de Castilla y León, que se celebra entre hoy y mañana en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid, consideró que la publicidad del juego online utiliza a personas y deportistas famosos para incentivar este tipo de apuestas y “enganchar” a los adolescentes con suculentas ofertas. También alertó que el menor de edad tiene el casino y el bingo en su teléfono móvil, que está abierto las 24 al día. “Hay que separar el juego online y presencial, como se hizo antaño con el alcohol al limitar, por ejemplo, la publicidad sobre ese tipo de bebidas en un determinado horario”, añadió.

Ofreció el dato del nivel oficial que se maneja del posible juego problemático en España se sitúa en torno al 0,3 por ciento de la población entre los 18 y 75 años. Teniendo en cuenta que la población de residentes en Castilla y León mayor de edad es de unos dos millones de personas, Castilla y León debería contar más de 6.000 afectados. Sin embargo, precisó que solo 613 personas, a petición propia o por decisión judicial, están inscritas en el Registro de personas que tienen prohibido el acceso al juego en Castilla y León a 31 de diciembre de 2017, gestionado por la Consejería de la Presidencia. A su juicio, el número de jugadores con problemas no ha aumentado por el juego presencial y si hay un incremento de jóvenes con adicción es por las apuestas online.

El vicepresidente de la Junta defendió a los empresarios del sector del juego presencial que emplean a más de 2.000 personas, que trabajan en los 117 establecimientos específicos de juego, tres casinos -en Valladolid, Salamanca y León-, 20 bingos, 76 salones de juego y 18 casas de apuestas. Subrayó que Castilla y León es uno de los territorios con menos negocios de este tipo, hasta el punto que se sitúa en la posición 14 de 17 comunidades, sin perjuicio del número de máquinas de juego que está en 14.235, instaladas en bares, cafeterías y restaurantes.

De Santiago-Juárez consideró que “siempre es bueno las reflexiones que surgen en este Congreso pero mucho este año cuando se abre un debate que mezcla el juego presencial y online”. También recordó que, recientemente, había leído que el juego patológico era una epidemia similar a la que causó la heroína en los años 80 del siglo pasado. “Quien dice eso no sabe lo que ocurrió con esa droga ni las secuelas y muertes que dejó la heroína porque la mejor generación falleció a consecuencia de su consumo y el sida. Hablar así es crear alarma social y faltar a la verdad”, declaró.

También criticó el “cinismo” político y la “doble moral” por parte de algún partido que el mismo día que plantea restringir el juego presencial apueste por la legalización del cannabis. “¿Qué pasa que eso no crea adicción y no daña a los menores, al causar graves trastornos psíquicos y psiquiátricos?”, se preguntó.

Distancias en la Ley de Juego

José Antonio de Santiago-Juárez señaló que todos los establecimientos de juego han tenido reglamentariamente marcadas distancias respecto al alejamiento de centros educativos o similares desde hace 14 años -más de 100 metros- para evitar su reclamo por cercanía e, incluso, distancias mínimas entre establecimientos de juego cercanos -un mínimo 300 metros- para evitar su concentración, sin que durante estos años haya existido problemática alguna. De ahí que no entendiera ahora la alarma que se quiere generar ahora al haberse recogido estas distancias en la Ley de Juego de Castilla y León, dotándolas de más fuerza jurídica.

En todo caso, abogó por esperar para comprobar la eficacia de las ordenanzas municipales que plantean algunos ayuntamientos de la Comunidad para implantar limitaciones urbanísticas a las licencias de las salas de juego.