«Vamos a esperar a que avance la investigación, pero diremos quién ha hecho esto y las razones que le han movido. A este tipo de gente hay que ponerle nombre y apellidos». Pasados unos minutos desde que se conociera que un hombre había intentado ‘volar’ el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto, el alcalde de este municipio, Ángel Mora, no podía ocultar que tenía más que sospechas acerca de la identidad del autor intelectual y ejecutor del siniestro plan y los motivos. Según ha podido saber esta redacción, se trata del impulsor de un proyecto que fue paralizado por la Junta de Castilla y León el pasado mes de abril en Sigueruelo, núcleo perteneciente a Santo Tomé. Movido por el rencor, habría tratado de vengarse colocando una bombona de butano con una mecha de dos metros con el objetivo de hacer explotar el Consistorio, aunque finalmente el artefacto no llegó a detonar.
El pasado 12 de abril la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Castilla y León acordó revocar la autorización que había concedido tiempo antes a los propietarios de una finca situada en las laderas altas de la Sierra de Guadarrama que se encuentran en el término municipal de Sigueruelo. Ya no podrían sustituir un tapiz vegetal por una plantación de pinos como era su intención. Unos trabajos que «podían dañar el sistema de abastecimiento de agua del municipio al estar las captaciones en estos terrenos», según señaló en su momento Ecologistas en Acción.
Esta organización presentó en septiembre de 2016 un recurso de alzada para pedir la paralización de los trabajos de roturación que se estaban realizando con maquinaria pesada en los terrenos mencionados. «Afectaban a una zona que se había recuperado de forma natural con pinos silvestres, robles melojos, sabinas albares, acebos, matorrales de brezo y enebro rastrero y, en las zonas más elevadas, los piornales serranos», argumentaban los ecologistas, que destacaron la «rápida» reacción de los vecinos para paralizar las obras «cuando apenas se habían roturado unas pocas hectáreas, aunque sí se destruyó una zona de piornales en plena cumbre».
Entre esos vecinos activistas estuvo el actual alcalde, Ángel Mora, según aseguran fuentes del municipio. Después de que la Junta desestimase el recurso de alzada de Ecologistas en Acción, mantuvieron sus protestas –en base a que el proyecto era incompatible, decían, con los objetivos prioritarios de la declaración del Parque Natural de la Sierra de Guadarrama y vulneraba las directrices establecidas en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales– y finalmente la Administración autonómica revocó la autorización. «El propietario de los terrenos había omitido información clave para valorar el proyecto. En concreto, el hecho de que el abastecimiento a Sigueruelo podría verse afectado», resaltaron, al conocerse la decisión, los responsables de Ecologistas en Acción, satisfechos porque se hubiera evitado «destruir» un patrimonio natural «valioso» con un proyecto «financiado con recursos públicos». «Los promotores solicitaron ayudas a la Administración regional para llevarlo a cabo», concluía la organización ecologista.
Uno de esos promotores a los que se aludía era quien ahora ha intentado ‘volar’ el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto y ha quemado dos máquinas que realizaban trabajos de reforestación en las inmediaciones de la Estación de Esquí de La Pinilla, aunque en este caso no han trascendido los motivos de su actuación. Tras ser detenido en Astorga (León) fue ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital General de Segovia, ya que confesó al dueño de las máquinas que incendió su intención de quitarse la vida.