Malos tiempos para Podemos y para Pablo Iglesias. Yes que ve cómo Teresa Rodríguez no le quiere ver en la campaña de las regionales andaluzas y seis de sus concejales en el Ayuntamiento de Madrid rechazaron sus primarias para echarse en los brazos de la alcaldesa capitalina, Manuela Carmena, que marcó ayer distancias con el líder morado. Así, se desvinculó de la crisis abierta en la organización.
Tras volver de un viaje por Alemania y Rumanía, la antigua magistrada explicó que no ha hablado con el vallecano y que tampoco piensa hacerlo: «No tengo una vinculación específica con él, ni necesidad de tener una conversación, creo que esto es un problema que surge en el partido de Podemos, yo no tengo nada que ver».
Por ello, argumentó ante los periodistas que la esperaban a la salida de un acto que no cree que Iglesias le haya echado un pulso: «No son maneras de analizar algo que no tiene nada que ver con eso».
También comentó que no sabe si el exJemad Julio Rodríguez, con el que tampoco ha hablado, concurrirá a los comicios de 2019 porque será la plataforma que aún no se ha configurado la que decida la lista. Tampoco tiene conocimiento de los rumores que hablan de dos papeletas separadas.
Como hizo en múltiples ocasiones, la alcaldesa recordó que no pertenece al bloque morado, para luego considerar que debe ser el partido y sus ediles los que arreglen el cisma. «Espero que se resuelva».
Según Carmena, su único vínculo con Podemos son sus concejales: «En el Gobierno del Ayuntamiento hay unos concejales, muy buenos que son de Podemos».
Además, recordó que decidió repetir como candidata al frente de «una plataforma muy abierta, progresista, que pudiera permitir la continuación del espíritu de este Gobierno» en un espacio sin cuotas y que «no sería ningún pacto entre partidos políticos».
Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, recalcó que «nadie sobra» en el «puzle complejo» para volver a gobernar en la capital, mostrándose convencido de que habrá una candidatura junto a la alcaldesa e IU.