Investigan estafas a varias personas al alquilar una vivienda

Nacho Sáez
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El sospechoso solicitaba cantidades que rondaban los 250 euros por arrendar una habitación en un piso pero no entregaba las llaves a los inquilinos.

Comisaría Provincial de Policía Nacional. - Foto: Rosa Blanco

La Policía Nacional investiga una posible estafa masiva en el sector de pisos de alquiler en Segovia. Más de una decena de personas al menos han presentado una denuncia contra un hombre que presuntamente se hacía pasar por alumno mexicano de IE University y alquilaba habitaciones que los arredantarios no llegaban nunca a poder ocupar. Les cobraba una primera cantidad pero no les entregaba las llaves de la vivienda -o les engaña dándoselas primero y logrando después que se las devolviera con la excusa de hacer una copia- y rompía la relación unilateralmente recurriendo a todo tipo de excusas.

El caso ha saltado a la luz después de que varios de los supuestos afectados revelaran su situación a través de un grupo de Whatsapp que ayuda a poner en contacto a propietarios de viviendas con personas interesadas en alquilar pisos enteros o habitaciones, principalmente estudiantes universitarios. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia han indicado que la Policía Nacional investiga el asunto y han rechazado informar sobre si se ha producido alguna detención, si alguna persona ha prestado declaración en calidad de investigada y si la Policía ha remitido ya las diligencias a algún juzgado.

Una de las presuntas víctimas ha asegurado que quien sospechan que se encuentra detrás de estas estafas pedía 250 euros por una habitación. Otras creen que pagaba el alquiler del piso en el que vivía con el dinero que le abonaban. A preguntas de El Día de Segovia, dos de ellas han señalado que un grupo de afectados ha presentado una denuncia conjunta y han acordado no desvelar por el momento más detalles.

La cantidad de dinero exacta que podría haber estafado se desconoce hasta ahora. Existe la sospecha de que llevaría al menos dos años con estas prácticas. Para eludir la presión de los que le habían entregado dinero se hacía pasar supuestamente por otras personas a través de números de teléfono diferentes. También disponía de varios perfiles en redes sociales que han sido denunciados por los afectados, que incluso han compartido fotos del piso que ofrecía. Una de las víctimas ha contado que llevó sus pertenencias a la vivienda y que las pudo recuperar a tiempo a pesar de que nunca llegó a recibir las llaves.

Este caso en principio no tiene relación con otra práctica que se había extendido en los portales digitales inmobiliarios. Ofertas de pisos que enseguida llamaban la atención del que estaba al otro lado de la pantalla. Precios muy asequibles y fotos que parecían sacadas de una revista de decoración. Cuando el interesado en alquilar esas viviendas transmitía al supuesto arrendador que no iba a realizar ningún pago antes de ver 'in situ' el piso, la conversación -que siempre era a través de correo electrónico- se interrumpía inmediatamente. Ese tipo de ofertas han desaparecido o son más difíciles de encontrar.