Menú del día, comer como en casa

M.Galindo
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Los restaurantes segovianos siguen apostando por los menús diarios para atraer y fidelizar a los clientes, con una oferta cuyos costes obligan a aquilatar al máximo los precio

Los salones del Bar Restaurante Jauja sirven a diario cerca de medio centenar de menús, con una amplia variedad de platos - Foto: Rosa Blanco

«De primero, sopa de… de segundo, patatas con…; de postre, fruta del tiempo; pan, gaseosa y vino peleón». El cantante y cómico Riki López ironizaba en el estribillo de su canción 'El menú del Bar Rambo' sobre las peculiares características que ofrecen los menús del día de los bares y restaurantes que desde hace seis décadas incorporan esta oferta a sus clientes fruto de la iniciativa establecida por ley por la dictadura franquista con la intención de impulsar el turismo haciendo que la hostelería ofreciera alternativas con menús de precios moderados en los almuerzos en los días laborables.

No sólo el turismo se ha beneficiado de esta alternativa, única por su concepción en Europa donde la hostelería se sigue orientando a través de la carta tradicional. Estudiantes, trabajadores o personas mayores ven en el menú del día la posibilidad de comer "como en casa" en su restaurante de confianza, con una oferta que ha ido mejorando en calidad notablemente en los últimos años.

Pese a los embates de la pandemia y el auge del teletrabajo, son muchos los restaurantes que mantienen viva la oferta del menú del día, que en muchos casos supone una parte muy importante de su facturación anual. Félix Martín, propietario del Ventorro Jauja, asegura que el menú del día «es un reto diario para nosotros, porque queremos ofrecer a nuestros clientes una oferta variada y económica, y eso nos obliga a buscar proveedores que sintonicen con la oferta que proponemos».

Con más de 650 reseñas en Google y un 4,1 sobre 5 de valoración,   este establecimiento  riza el rizo en el menú del día ofreciendo al cliente dos menús de 11,50 y 15,00 euros en los que puede elegir desde platos sencillos de la cocina casera hasta otros más elaborados, lo que hace que desde media mañana los fuegos y los hornos de la cocina del restaurante no paren de funcionar hasta primera hora de la tarde, sirviendo una media de cerca de medio centenar de menús diarios.

La experiencia de décadas en la hostelería y su proximidad con el Polígono Industrial El Cerro hace que el Ventorro Jauja sea un lugar muy frecuentado por los trabajadores de varias empresas, que aprovechan su cercanía para disfrutar de un menú casero y rápido con el que la hora de la comida es algo más que un mero trámite.  El esfuerzo del Ventorro Jauja para fidelizar a sus clientes ha hecho que sus precios hayan subido «lo imprescindible», en palabras de su propietario, para mantener una carta diaria sin que merme la calidad de los productos. «Nuestra idea es que los productos tengan calidad y que no se desaprovechen, ya que de esta forma el cliente seguirá confiando en nosotros», señala Martín, aunque reconoce que la subida de los precios de las materias primas y de suministros como la electricidad y los combustibles «nos hace que tengamos que hacer verdaderas piruetas para que estas subidas repercutan lo menos posible en nuestros clientes».

Vicky, responsable de sala del Bar Restaurante Castilla asegura que la magnífica vista de la sierra que ofrece su terraza situada en el mirador de la Canaleja lleva a muchos turistas a sentarse para disfrutar de un menú en el que por 16 euros pueden disfrutar de tres primeros y otros tres segundos cuya elaboración depende en gran medida de los productos de temporada y de la propuesta de variedad que distingue a este establecimiento, que cuenta también con una alta valoración en Google de 4 sobre 5 puntos y más de 800 reseñas.

«Siempre procuramos meter en los menús platos de cuchara y guisos tradicionales, y en invierno no puede faltar el cocido, que servimos todos los jueves», explica. En su caso, el turismo es el potencial cliente de su establecimiento, ya que el menú del día «es una alternativa asequible al bolsillo de las personas que vienen a pasar el día a Segovia con un presupuesto muy ajustado», y reconoce que el menú «es un atractivo más, pero no reporta grandes beneficios», aunque a diario se sirven entre 30 y 40 menús en su establecimiento. «Los costes cada vez son mayores y se mantiene porque es una oferta que atrae, pero no por el margen comercial que nos genera», explica.

A apenas 150 metros de este restaurante, el hotel Real Segovia alberga en su interior el restaurante Real Sirenas, que recupera en su denominación la del hotel que en su día albergó a intelectuales, toreros, artistas y figuras del Hollywood dorado. Desde hace tres décadas, se esmera por ofrecer un menú diario elaborado del que disfruta un variopinto perfil de personalidades que van desde funcionarios, trabajadores, personas mayores y, por supuesto, un turismo que ve en sus menús la oportunidad de disfrutar de comida casera sin hacer excesivo daño a su bolsillo, con un precio de 14,50 euros.

Isabel Yague, responsable de este establecimiento, señala que el secreto de su éxito - refrendado por más de 700 valoraciones mayoritariamente positivas en Google y una puntuación de 4,1 sobre 5- es «aprovechar al máximo los recursos que tenemos y contar con un equipo como el que yo tengo, comprometido y maravilloso». Yague asegura que «hay que tocar muchos palos" para conseguir tener una buena oferta a diario que atraiga al público, y asegura que para mantener el equilibrio entre precio y calidad «tengo que hacer muchos números, y más ahora, con lo que ha subido todo».

Pese a ello, señaló que este tipo de ofertas «no van a desaparecer, porque el público sigue apostando por ellas y porque para muchas personas supone poder comer sano y de calidad cuando no pueden hacerlo en sus casas por el trabajo o por su situación personal».