La mitad de las jóvenes de 15 a 29 años cree estar en riesgo de sufrir violencia sexual: las chicas se muestran mucho más preocupadas e inseguras que los chicos frente a esta violencia, así como ante el riesgo de un embarazo no deseado y de contagiarse de una enfermedad de transmisión sexual.
Esta una de las principales conclusiones del IV Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar, elaborado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud a partir de 1.500 encuestas a jóvenes de 15 a 29 años.
En este muestreo se pone en evidencia que el 51,5 por ciento de las chicas preguntadas siente mucha inseguridad ante la posibilidad de sufrir violencia sexual y otro 15,5 por ciento, algo de inseguridad. Así contestaban a la pregunta de ¿en qué medida te genera inseguridad o consideras que puede llegar a afectarte en tus relaciones sexuales la violencia sexual?
Se aprecia una clara diferencia de género, pues el porcentaje de chicos que percibe mucha inseguridad es del 23,7 por ciento y otro 14,6 «algo de inseguridad».
Mientras que, por contra, solo el 29,9 por ciento de las jóvenes siente «mucha seguridad» ante las relaciones sexuales, la cifra asciende al 55,2 por ciento para los chavales.
«El género y la edad son variables fundamentales a la hora de analizar la percepción del riesgo relacionado a las relaciones sexuales. De forma generalizada las mujeres se muestran mucho más preocupadas e inseguras que los hombres» ante la posibilidad de enfrentarse a un embarazo no deseado, contagiarse de una infección de transmisión sexual y de sufrir violencia sexual, incide el informe hecho público ayer.
En cuanto al riesgo de embarazos no deseados, el 47,2 por ciento de las mujeres se sienten inseguras, frente al 33,6 por ciento de los hombres. Los porcentajes de temor a contagiarse de enfermedades de transmisión sexual son del 49,2 por ciento para ellas y del 32,9 para ellos.
Las diferencias son menores cuando se les pregunta por las relaciones sexuales sin protección: el 17,9 por ciento de las chicas y el 19,8 por ciento de ellos las ha mantenido de forma frecuente.
Este barómetro denuncia que son también ellas quienes tienen una visión más negativa sobre su estado de salud y un estilo de vida menos saludable, especialmente las que se identifican como clase social baja o media baja y quienes afirman tener carencias materiales severas. Ellas «tienen una mayor incidencia de problemas psicológicos, psiquiátricos o de salud mental, también de trastornos diagnosticados, como la depresión o la ansiedad, y encuentran más barreras a la hora de acceder a ayuda profesional», precisa el informe.
Casi seis de cada 10 chicos (59,2 por ciento) consideran que tienen buena o muy buena salud, frente al 48,4 de las chicas y son más los jóvenes que dicen no haber experimentado trastornos mentales que ellas (42,4 frente al 30,9 por ciento).
Una de cada cinco chicas manifiesta sufrir problemas de salud mental con mucha frecuencia (20,7 por ciento), frente a poco más de uno de cada 10 chicos. También se detectan porcentajes mayores de diagnóstico de depresión entre mujeres (21,8 frente a 13,1), y de ansiedad (22,6 frente a 9,6).
Igualmente, ellas se muestran más estresadas por los estudios o el trabajo y por su situación económica (63,1 y 61,2 por ciento), que ellos (45 y 39,4).
Imagen personal
El barómetro señala asimismo que el género tiene un impacto diferencial en la autopercepción de la forma física y de la imagen personal y en la realización de ejercicio físico y dietas. «Ellas tienden a percibirse de forma más negativa que ellos, adoptan un estilo de vida más sedentario y también realizan más dietas».
Un 17,4 por ciento de chicas no realiza ejercicio físico, tampoco el 9,7 por ciento de los chicos. Un 37,5 por ciento de ellas nunca ha hecho dieta y el 11,3 se pone a ello de forma muy frecuente, porcentaje que se limita al 6,2 en los hombres.