La crítica -
Por J.M.S.
En esta nueva incursión de la ”Abbamania” han cambiado el director y los guionistas pero la diferencia fundamental estriba en el tono, mientras la original suponía un derroche de locura, alegría y de buen humor, esta es más nostálgica y menos divertida mientras tiene a su favor que se ha hecho un esfuerzo especial porque el texto de las canciones se insertase mejor en el desarrollo de la trama.
Diez años después del estreno del musical Mamma mía!, se estrena la segunda entrega que, temporalmente, es una precuela puesto que cuenta la historia de cómo Donna conoció a sus tres pretendientes de la primera película, a la vez que se narran sus vidas en el presente cuando se va a producir el reencuentro de todos en la apertura de un nuevo hotel puesto en marcha por Sophie…
Un relato con un reparto extenso debido a que vemos a todos los personajes en su versión juvenil y veterana. Y aunque los jóvenes galanes que interpretan a los “tres novios” en sus años mozos son muy atractivos, hablamos de Jeremy Irvine, Josh Dylan y Hugh Skinner, desgraciadamente no poseen el carisma de los veteranos Pierce Brosnan, Stellan Skarsgård y Colin Firth, quienes en cuanto aparecen en pantalla provocan mucha más empatía. Lo mismo ocurre con Donna, encarnada por Lily James, y sus amigas, cantan y bailan mejor que sus versiones veteranas pero nunca provocan tanta simpatía como las originales.
A pesar de ello, si van a contemplar Mamma mía! Una y otra vez para disfrutar, fundamentalmente, de las canciones ABBA quedaran satisfechos en diversos momentos, uno de los más conseguidos resulta el tema romántico que cantan juntos Dominic Cooper y Amanda Seyfried (Skip y Sophie) titulado “One of Us”, con un montaje en paralelo entre Nueva York y la isla griega que funciona de maravilla, sin olvidar el de “Fernando”, interpretado con su poderosa voz por Cher, a quien tratan como una auténtica estrella en la película y que interpreta a la abuela de Sophie en la ficción.